Trotar es la actividad preferida por muchos deportistas, y nadie puede dudar de sus beneficios. Sin embargo es mejor ser precavido al escoger el escenario perfecto para ejercitarse, y mucho más en el caso del running, un deporte tan popular estos días. La playa no es el lugar ideal, descubramos las razones.
- La arena es una superficie inestable, es dañina para las articulaciones e incluso podría ocasionar una lesión
- Los músculos son exigidos y obtienen una sobrecarga muscular. El desgaste físico es superior pero sus consecuencias lamentables
- Como escenario deportivo tiene mucha aglomeración de gente, lo cual impide realizar la actividad libremente
- Los niveles de humedad son bastante altos, el calor y la actividad física hacen más complicado los ejercicios, además existe mayor riesgo a la deshidratación
- Correr en la arena está contraindicado especialmente para personas con problemas articulares o debilidad en los tendones.