La práctica del running aporta múltiples beneficios físicos y psíquicos pero nunca debe llegar a convertirse en una obsesión. Salir a correr a diario puede ser una excelente manera de empezar o terminar la jornada, pero también puede suponer un esfuerzo excesivo que no tienes por qué exigirte.
No hay una respuesta firme y definitiva que determine si es bueno o no salir a correr todos los días. Son muchos los aspectos que hay que tener en cuenta para decidir si entrenar cada día es la mejor opción. La edad, el nivel de preparación de cada runner, los objetivos perseguidos, la rutina de entreno… Lo importante es establecer un plan de entrenamiento semanal que establezca los tiempos adecuados para que el entrenamiento resulte beneficioso y efectivo teniendo presentes tres variables: la frecuencia, la duración y la intensidad de ese entrenamiento.
Decir si conviene o no correr todos los días es arriesgado porque depende de cada caso. No es lo mismo prepararte para una prueba concreta, correr una 10 k, media maratón... que combinar el running con otras actividades aeróbicas o con ejercicios de fuerza. Solo un plan individual y personalizado establecerá la frecuencia y los tiempos de entreno adecuados.
¿Qué tener en cuenta si quieres correr a diario?
Si te apetece, no hay nada de malo en querer hacer running todos los días pero hay que tener en cuenta algunos factores importantes:
1. Tiempo de descanso
Es importante respetar el periodo de reposo que requieren nuestros músculos para recuperarse de un determinado esfuerzo. Si corres cada día una distancia media – corta y a un ritmo suave, puede que no sea necesario alternar los días de entreno, pero si entrenas a máximo nivel, incluyendo intervalos de alta intensidad, correr en cuestas y un número importante de kilómetros, deberás dejar que tu cuerpo descanse un tiempo mínimo para disfrutar de un ejercicio saludable.
2. Impacto en tus articulaciones
Hay que recordar que el running es una actividad aeróbica de alto impacto. Articulaciones y ligamentos, especialmente de tobillos y rodillas, sufren a cada paso, por lo que, dejar un día de reposo entre carrera y carrera puede resultarte muy beneficioso, a la hora de prevenir posibles lesiones.
3. Efectividad del entreno
Correr cada día es una decisión personal pero si tu objetivo es mejorar en cada entreno, superando tus propias marcas, conviene tener claro que, a la hora de logar objetivos, no siempre la mejor opción es repetir la misma rutina a diario. Tal vez te has decidido a salir a correr cada mañana pensando que así mejorarás marcas cuando, en realidad, lo que necesidad es hacer un entrenamiento cruzado (realizando otras actividades) o simplemente introducir variantes en tu entreno (intervalos, nuevos recorridos…).
Precauciones si haces running todos los días
En general, los entrenadores aseguran que debes dejar al menos un día a la semana de descanso a tu cuerpo. Es importante para retomar tu rutina con energías renovadas. Además, si no estás dispuesta a prescindir de unos minutos de carrera diaria toma nota de algunas recomendaciones:
- Si corres a diario, nunca realices dos entrenamientos seguidos de intensidad similar. Por ejemplo, puedes hacer una dura carrera, en cuanto a velocidad y/o distancia, pero si vas a correr al día siguiente, entrena menos tiempo y a ritmo mucho más suave.
- Recuerda respetar siempre el tiempo de calentamiento y los estiramientos posteriores que ayudan a la recuperación tras el entrenamiento intenso y el esfuerzo. Aunque corras a diario, siguen siendo fundamentales. Un masaje descontracturante, cada cierto tiempo, puede ser de gran ayuda.
- Vigila tu alimentación. Si practicas ejercicio físico cada día, debes proporcionar a tu organismo la energía que necesita. En tu dieta, los hidratos de carbono de lenta absorción juegan un papel importante.
- Atenta a las señales. Si notas fatiga, cansancio o dolor concentrado principalmente en músculos y articulaciones del tren inferior, tal vez tu cuerpo te esté avisando de que necesita más descanso después del ejercicio del que le estás dando.
