Son muchos los beneficios de practicar algún deporte o actividad física más o menos intensa para rendirte a la primera. Si te has decidido y quieres empezar a hacer ejercicio, fíjate bien en los errores que debes evitar y en los pasos que convine seguir para no abandonar y lograr superarte cada día.
Puede que quieras perder peso, tonificar tus músculos o simplemente sentirte mejor, más ágil y flexible. La motivación para empezar a hacer ejercicio juega un papel importante y desde luego, motivos para ponerte en marcha y animarte a dar el primer paso, tienes de sobra. Ten siempre muy presente esa motivación porque puede ser el pilar en el que te apoyes en los momentos de “bajón”, cuando el cansancio aprieta y la tentación de dejarlo surge con fuerza. Una mejor salud, te sentirás más fuerte, con mayor resistencia, con menos estrés y hasta más joven… Y todo con un poco de ejercicio diario. ¿Cómo pensar en abandonar?
Consejos para empezar a hacer ejercicio desde cero
Suena muy bien pero a la hora de la verdad hacer deporte, al principio y para alguien que lleve una vida sedentaria, cuesta. Es normal comenzar con toda la energía del mundo y rebosando buenos propósitos y también es habitual venirse abajo a los pocos días o semanas. La constancia es fundamental para que hacer ejercicio en casa o en el gimnasio dé sus frutos. Si estás decidida a superar esa primera fase y lograr que el deporte forme parte de tu día a día, las siguientes recomendaciones para empezar a hacer ejercicio si nunca antes has hecho que pueden resultarte muy útiles:
1. Elige una actividad que te guste
Seguro que hay algo que te apetece más que otra cosa cuando decides empezar a hacer ejercicio diario. Montar en bici, correr, nadar, hacer zumba, aerobic… Empezar a hacer deporte como si fuera un castigo impuesto, no es la mejor actitud.
2. Adapta la actividad a tu condición física
No hacerlo es una de las causas más comunes por las que alguien deja el ejercicio. Sé realista, estás empezando. No pretendas correr una maratón cuando a los 100 metros tienes flato al correr o sientes unas agujetas muy fuertes al día siguiente. Ve poco a poco, primero para evitar lesiones innecesarias y segundo, para no caer en el desánimo y el en el derrotismo.
3. Cuenta con el equipamiento adecuado
No es necesario gastar demasiado dinero, pero al empezar a hacer ejercicio desde cero es especialmente importante estar cómodo. Unas zapatillas que molestan o hacen daño, una camiseta con la que sudas en exceso o unos pantalones que te producen rozaduras son la excusa perfecta para dejarlo.
4. Busca el lugar y el entorno idóneo
Depende de ti y de tus preferencias. Puedes elegir hacer deporte en casa o en el gimnasio o quizás prefieras alguna actividad al aire libre. También es importante decidir si quieres entrenar sola o con amigos. Todo tiene sus pros y sus contras.
5. Imponte una rutina
Si estás motivado para empezar a hacer ejercicio después de mucho tiempo, establece una rutina que te resulte cómoda, por ejemplo: gimnasio dos días a la semana y el sábado natación. Determina tu propio horario y proponte cumplirlo un tiempo mínimo de al menos dos semanas. Es un pequeño reto que seguramente superes ganando, así, en autoestima.
6. No esperes milagros
Iniciar la actividad deportiva cuesta. Si eres consciente de que el proceso hasta lograr sentirte mejor o adelgazar va a llevar su tiempo, todo será más fácil y no te desanimarás a la primera.
7. Pequeños retos, grandes metas
Ése es el secreto para no tirar la toalla al hacer ejercicio, sobre todo si necesitas motivación para ejercitarte después de una lesión. Ponte pequeños retos: un minuto más de carrera, dos flexiones más, una serie extra de cualquier otro ejercicio… Si te lo propones y superas tu reto, la satisfacción de lograr la meta será tu mejor motivación.
8. Es tu momento
Céntrate en la actividad y disfrútala. Es tu momento, estás haciendo deporte, te estás cuidando, liberando estrés y contribuyendo a tu propia salud… ¿Dejar de hacer ejercicio? ¡En absoluto!