No siempre le prestamos la atención que deberíamos, pero seguir una buena alimentación es una de las claves para sacarle mucho más partido a nuestros entrenamientos en el gimnasio. Aunque todas las comidas son igual de importantes, hoy vamos a centrarnos en uno de los aspectos que más dudas generan entre los deportistas, qué comer antes de entrenar en el gimnasio. Como comprenderás, no valen todos los alimentos antes de ir al gimnasio, conviene ser muy cuidadosos seleccionando los que más energía rápida nos aportarán.
Pero antes de empezar a hablar de los alimentos, conviene recordar que jamás debes entrenar en ayunas, por mucho que vayas al gimnasio a primera hora de la mañana. Hay que hacer deporte tras comer alimentos que cubran nuestras necesidades energéticas durante el entrenamiento. Pero independientemente de la hora a la que hagas deporte y del tipo de deporte que hagas, deberíamos comer al menos una hora antes de empezar a entrenar para evitar problemas gastrointestinales. Así pues, no hay que comer de camino al gimnasio, sino antes.
Alimentos ricos en hidratos de carbono y proteínas
Los hidratos de carbono nos aportan el glucógeno y la energía necesarias para nuestra musculatura, retrasando la aparición de la fatiga y mejorando el rendimiento. La fruta sin piel, los cereales bajos en fibra o el pan se asimilan rápido, facilitando la digestión. Los hidratos de carbono deberían ser un 25% de lo que comemos, el 25% restante es para unas proteínas que nos ayudan a absorber los hidratos de carbono. El yogur desnatado, solo o con copos de avena, el queso, los huevos y las barritas de proteínas son los mejores ejemplos y no deben faltar en tu lista de la compra cada semana.
Si las proteínas tienen una presencia superior que los hidratos de carbono sufrirás un déficit energético, y aunque el cuerpo tirará de grasas acumuladas para generar energía tu rendimiento se resentirá. Aunque las grasas no sean tu mejor aliado en tu dieta para empezar a ir al gimnasio, siempre puedes acompañar el pan con un poco de aceite de oliva virgen extra, que nos aporta grasas de las buenas. El huevo hervido -a ser posible sin yema- también nos aportará proteínas, aminoácidos y vitamina C.
¿Qué tal unos frutos secos antes de entrenar?
Uno de los superalimentos que podemos tomar antes de entrenar son los frutos secos, en especial las nueces, que nos aportan una gran cantidad de energía. Eso sí, hay que andarse con cuidado con ellos porque el aporte calórico de los frutos secos es bastante alto así que las tomaremos con mesura. Las nueces nos aportan todo lo que hemos visto en el punto anterior: hidratos de carbono, proteínas y una pequeña cantidad de grasas saludables que también podemos aprovechar a la hora de entrenar.
Agua y, si lo prefieres, café
Más allá de lo que deberías comer antes de ir al gimnasio, hay que prestar atención también a la hidratación. No deberías esperar a tener sed para beber, ni antes de ir al gimnasio ni durante el entrenamiento; hay que beber medio litro antes de empezar a entrenar. También puedes tomar café antes de entrenar, lo que potenciará tu rendimiento y reducirá el dolor muscular -no es una leyenda urbana, los efectos son reales-. Aún así, hay que tener en cuenta los efectos secundarios del café -ansiedad, dolor de cabeza, etc.- y beberlo con moderación.
Antes de entrenar siempre comeremos pequeñas cantidades de comida. Los alimentos con un alto contenido graso o los alimentos en grandes cantidades -comidas pesadas- deben comerse unas 3 o 4 horas antes de hacer ejercicio. Pasado ese tiempo, el cuerpo habrá hecho la digestión y procesará los alimentos. Antes de entrenar hay que comer en pequeñas cantidades, pequeños snacks con los que rápidamente cubriremos nuestras necesidades energéticas. Las barritas energéticas tienen una gran cantidad de azúcares y grasas, así que evítalas siempre que puedas.