Madonna abrió la veda, y cada vez son más las estrellas que incluyen el arm dancing en sus rutinas de entrenamiento. Y si los famosos lo hacen el resto del mundo los imita así que los gimnasios han empezado a ofrecer clases de arm dancing. Como su nombre indica, el arm dancing es una rutina en la que se trabajan los brazos, pero de un modo diferente al que estamos acostumbrados en el mundo del fitness. Hay que bailar con los brazos, lo que nos permitirá tonificarlos pero sin marcar músculo.
Cómo entrenar con el arm dancing
Esta rutina consta de una serie de movimientos repetitivos que haremos con los brazos, de modo que los ejercitemos y tonifiquemos. Son unos ejercicios muy simples -aunque a priori parezca todo lo contrario- que se realizan al son de la música. Al centrarse exclusivamente en los brazos, puedes incluir el arm dancing en cualquier otro entrenamiento, como las clases de yoga o pilates. Se puede practicar en grupo o en casa, ya que no necesitamos ningún tipo de complemento como pesas, mancuernas o kettlebells.
Podemos ejecutar esta rutina al final del entrenamiento, o en el tramo intermedio. Por ejemplo, si has hecho ejercicios de pierna o de fortalecimiento y tonificación del tronco, podemos acabar la sesión con un poco de arm dancing. Realmente, puedes hacer los movimientos que quieras, la clave está en repetir el movimiento una y otra vez, de modo que los brazos estén siempre activos. Seguramente sea la mejor forma de tonificar los brazos, aunque tiene el inconveniente de que los resultados tardan más en hacerse visibles que con otras disciplinas.
¿Cuáles son los beneficios de practicar arm dancing?
Sin lugar a dudas, la gran ventaja del arm dancing es que nos permite tonificar los brazos sin que tengamos que marcar músculo. Además, otros de sus importantes beneficios son:
1. Brazos más definidos
Gracias a estos ejercicios conseguirás unos brazos más definidos, sin ningún tipo de flacidez, pero no esos brazos musculados que no siempre gustan. Desde un punto de vista estético y visual, los brazos trabajados mediante esta técnica son mejores que los brazos trabajados con otros métodos de fitness, con el uso de elementos como las pesas.
2. Apoyo en la rehabilitación
Otra de las ventajas, como ya hemos apuntado antes, es que no necesitaremos ningún material extra para trabajar. Basta con seguir la coreografía y habrás completado el entrenamiento, de modo que lo podemos hacer en cualquier lugar. Por esta misma razón hablamos de unos ejercicios muy interesantes para personas que quieren trabajar los brazos pero no pueden forzarlos, por ejemplo si se están recuperando de una lesión. En este caso, el arm dancing puede ser un apoyo más en la rehabilitación. Además, resulta un estilo ideal para quemar calorías bailando y controlar el peso.
3. Fortalecimiento del core y la espalda
Más allá de trabajar los brazos, el arm dancing también tiene incidencia sobre otras partes del cuerpo, en especial en la parte superior del tronco. El tipo de movimientos que hagas condicionará el efecto de estas sesiones en otros grupos musculares, pero también nos permite tonificar y fortalecer la parte alta de la espalda, el pecho y los hombros. Todo esto, sin olvidar el core lo que por una parte nos ayuda a prevenir lesiones en las lumbares y zona baja de la espalda y por otra sirve para mejorar el equilibrio.
4. ¡Diversión asegurada!
Si estás buscando una forma diferente de trabajar tus brazos y no te gustan los ejercicios con carga de peso, el arm dancing puede ser una excelente solución. Por último, hay que destacar que si buscas una rutina de entrenamiento divertida, especialmente si quieres hacerla en grupo, el arm dancing es una de ellas. Es más, muchas disciplinas han ido incorporando poco a poco ejercicios de este tipo, pero es ahora cuando las rutinas de arm dancing han ganado un auténtico protagonismo.
¿Te atreves a probarlo?
