Seguramente en los últimos años has visto a numerosos atletas competir o entrenar con unas llamativas cintas de colores, es lo que se llama cintas kinesiológicas o más coloquialmente cintas kinesio. Su presencia no pasa desapercibida, y lejos de ser un complemento estético, se trata de un técnica para aliviar el dolor y mejorar ciertas lesiones musculares.
Aunque es en la actualidad cuando más las vemos, tienen más de 30 años y nacieron en Japón. Son cintas elásticas, que se sitúan en la zona afectada, de modo que no impiden el movimiento. Supone un método para tratar el dolor incluso mientras se está realizando el ejercicio.
Descubre los principales usos de las cintas kinesiológicas
Es posible que las hayas visto en corredores que entrenan y compiten a diario. Son tiras adhesivas que se colocan en piernas, hombros o brazos, generalmente, y que forman un vendaje neuromuscular enfocado a aliviar los dolores musculares o mejorar una lesión determinada.
Los estudios advierten que si tenemos una lesión por el trabajo y nos colocamos una de estas cintas, seguramente no notemos nada. Sin embargo, para los competidores y deportistas de élite, las cintas pueden ser de gran ayuda, ya que permiten sujetar los músculos y, por tanto, ofrecer estabilidad para mejorar la contracción del músculo debilitado. Resultan ideales para aliviar el dolor ocasionado por las sobrecargas o contracturas musculares, la tendinitis, etc.
En esta línea, y teniendo siempre en cuenta la opinión de un fisioterapeuta, las vendas kinesiológicas se pueden aplicar siguiendo tres técnicas principales, dependiendo de la zona que se vaya a tratar. Aunque recientemente se han desarrollado algunas variantes (en abanico, en malla, circulares…), las tres formas básicas para colocar las cintas kinesiológicas son:
- Vendaje “I”: se emplea una única tira y está indicado para zonas pequeñas o lineales.
- Vendaje en forma de “Y”: debe usarse para músculos grandes.
- Vendaje en forma de “X”: se utiliza también para músculos grandes y largos.
¿Cómo funcionan las tiras o vendas kinesiológicas?
Para entender el funcionamiento de estas cintas elásticas tenemos que conocer de qué están formadas las cintas. Se trata de un esparadrapo de algodón con un pegamento que lo adhiere a la piel. Además, las cintas son elásticas, con lo que pueden adaptarse perfectamente a la zona afectada donde las queremos colocar. De este modo, no interrumpen ni limitan el movimiento y mantienen una buena circulación sanguínea.
Las cintas se colocan con el músculo estirado, y una vez lo relajamos, se crean unos pliegues que actúan sobre las células de la piel favoreciendo la lesión. Entre los beneficios más destacados de las cintas kinesio, encontramos los siguientes.
Alivio del dolor
Gracias a las cintas nuestros receptores del dolor disminuyen, lo que provoca que, cuando las llevamos puestas, no lo notamos tanto que sin ellas. De este modo, podemos decir que las cintas kinesio tienen un efecto análgesico que puede resultarnos muy útil.
Antiinflamatorio
Al colocar la cinta en la zona afectada, se acelera el drenaje local. Gracias a esto, podemos notar un efecto antiinflamatorio en la zona, que nos ayudará a conseguir mejores marcas.
Mejora la movilidad
Cuando tenemos una lesión o dolor en algún músculo, lo normal es que nos cueste más moverlo que de costumbre. Puesm con las cintas nuestra respuesta neuro-mecánica mejora y podremos notar una mejora en nuestra movilidad.
