Si eres aficionado al running y quieres probar nuevos métodos para mejorar tu estado físico y alcanzar buenas marcas cuando salgas a correr, no dudes en alternar el ciclismo y el running. Te contamos a continuación todas las ventajas que aporta la bicicleta a los corredores y cómo puedes sacarle el máximo partido a tus entrenamientos.
¿Es compatible correr y hacer bicicleta?
Cuando practicamos running a diario, una de las principales claves para que podamos alcanzar nuestras metas cada vez que salimos a correr es, precisamente, tener nuestro cuerpo a punto. Por ello, debes tener en cuenta que para estar en forma y ser un buen corredor, no es suficiente con salir a correr diariamente, sino que nuestro cuerpo precisa de otras actividades y deportes complementarios con los que fortalezcamos nuestros músculos y articulaciones antes de ponernos en marcha con el running.
En este sentido, algunas de las actividades más recomendables y que se pueden alternar a la perfección con salir a correr son, por ejemplo, las pesas, la técnica de carrera, los abdominales, y los estiramientos. Pero también se ha demostrado que alternar el ciclismo y el running es una fórmula muy eficaz para mejorar nuestra agilidad y eficacia en la carrera y tiene además, otras muchas ventajas que te contamos a continuación:
1. Menos lesiones
Al tratarse de un deporte con menos impacto para los músculos que el running, el ciclismo nos ofrece la ventaja de sufrir menos traumatismos y lesiones que el running. De hecho, numerosos estudios médicos han puesto de manifiesto que entrenar con la bicicleta y correr, son dos deportes complementarios y muy beneficiosos para prevenir las lesiones deportivas más frecuentes.
2. Mejora la resistencia
El ciclismo es un deporte de fondo que, una de las principales ventajas que nos aporta a nivel físico, es que nos permite adquirir una mayor resistencia y también nos hace ser más tolerantes a los esfuerzos físicos. Esto se traduce en que si montas en bicicleta asiduamente, puedes conseguir que tu fondo físico sea muchos mejor y más resistente cada vez que salgas a correr.
3. Buen sustituto
Si en algún momento padeces una lesión o una sobrecarga muscular que te impide salir a correr con normalidad, lo mejor es que dejes el running durante unos días y aceptes el ciclismo como sustituto.
Y es que, en muchas ocasiones podemos padecer molestas lesiones en las rodillas por el running y, aunque no podamos salir a correr, estas lesiones no nos impiden, sin embargo, montarnos en una bicicleta y seguir entrenando cada día.
4. Puedes sentirte más motivado
Si eres de los que han decidido empezar a correr todos los días y procuras llevar un ritmo germánico con tus sesiones de entrenamiento, piensa que salir de tu rutina habitual de vez en cuando (y sin renunciar al deporte) puede venirte muy bien.
Y es que, cuando empezamos a alternar otro deporte con el running podemos liberar nuestra mente, y también sentirnos más motivados la próxima vez que nos pongamos las zapatillas para salir a correr. Por ello, si tu entrenamiento habitual de running se ha vuelto monótono y repetitivo, te aconsejamos que comiences a alternar el ciclismo y el running, y verás como pronto vuelves a recuperar las ganas y te sientes más relajado.
5. Y si quieres hacer un 'break'...
Si quieres tomarte un descanso en tu entrenamiento diario de running pero no quieres renunciar al ejercicio físico, una buena opción será salir a montar en bicicleta y mantener así tus músculos bien activos para el momento en el que decidas retomar el running.