Motivación para empezar en el gimnasio

Motivación para comenzar a ir al gimnasio



¿Quieres empezar a ir al gimnasio de manera continuada, pero no tienes ganas? Seguramente, todavía no has encontrado la motivación necesaria para superar a la pereza y a los malos hábitos. Pero desde Guía Fitness, queremos ayudarte, en la medida de lo posible, a que lo consigas por ti solo y demuestres de lo que eres capaz al empezar a ir al gimnasio. ¡No esperes al año que viene o ni siquiera al próximo lunes para empezar!

6 formas de motivarte para comenzar en el gimnasio

A continuación, te contamos seis sencillos trucos que te impulsarán a motivarte y perseguir tus metas de manera inmediata:

Busca un compañero

Si empiezas a ir al gimnasio tú solo, es posible que, poco a poco, vayas perdiendo la constancia o que, directamente, no tengas ganas de empezar. En cambio, ir con tu pareja, un familiar o un amigo puede provocar que ambos toméis más en serio vuestra actividad física diaria. Si ninguno de ellos se decide, siempre puedes encontrar a alguien con tus mismos objetivos en el propio gimnasio. ¡No tengas vergüenza de preguntar!

Escucha música

Escuchar tus canciones favoritas o algunas que resultan especialmente motivadoras para practicar deporte, como las de la BSO de la saga Rocky Balboa, pueden ayudarte a no bajar el ritmo durante el entrenamiento. También puedes recurrir a la música de manera previa en esos días de frío, lluvia o excesivo cansancio acumulado en los que no te apetezca ir al gimnasio.

Lee frases motivadoras

Internet está repleto de frases motivadoras para empezar a hacer deporte y, en especial, para running y fitness. Todas siguen el mismo patrón, pero es posible que alguna de ellas te recuerde a algún reto personal y te anime a empezar a ir al gimnasio hoy mismo.

Motivación para comenzar a ir al gym

Márcate mini objetivos

Poco a poco, irás viendo en tu cuerpo y en tu mente todos los beneficios de empezar en el gimnasio. Puede que te parezca estar muy lejos del objetivo inicial, pero por el camino puedes marcarte otros más pequeños y fáciles de conseguir a medida que vas progresando. Por ejemplo, insiste, durante un mes, en incrementar el peso en los ejercicios de bíceps cada semana.

Motívate con premios

Date un capricho de vez en cuando si consigues esos mini objetivos. El cerebro necesita una recompensa si cree que ha cumplido con su deber. Esto te ayudará a seguir mejorando físicamente estando mentalmente más convencido. Por ejemplo, si quieres adelgazar, pero te vuelve loco el chocolate, puedes comerte una chocolatina cada vez que pierdas un kilo durante las dos primeras semanas y medio kilo más tarde.

Visualiza la meta final

Piensa en lo que quieres llegar a ser. Si ya te has apuntado al gimnasio o estás pensando en hacerlo es porque quieres empezar a cambiar tu forma física. ¡Hazlo cuanto antes y no te arrepientas de tu vida sedentaria demasiado tarde!

No se trata de una receta mágica, pero la combinación de estas maneras de motivarte puede obrar ‘milagros’ en tu vida.

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