Gracias a sus propiedades nutricionales, la fibra resulta importante en la alimentación de cualquier persona dedicada al deporte, ya sea amateur o profesional.
Muchos entrenadores destacan que el ingerir una pequeña cantidad de fibras solubles, antes o durante el ejercicio, ayuda a estabilizar la gran cantidad de glucosa en la sangre, como resultado del esfuerzo físico.
Cabe resaltar, que algunos deportistas pueden ser sensibles a la fibra, lo cual se manifiesta mediante desequilibrios estomacales, como las diarreas o los cólicos. Para tales personas, es recomendable evitar el consumo de fibras entre 24 a 36 horas antes de una competencia.
Asimismo, el regular los horarios de alimentación y evacuación, contribuirá a prevenir estas complicaciones intestinales y otras similares, ocasionadas por el deporte.