Deporte y perfume: cómo elegir la mejor fragancia para entrenar

¿Cómo elegir perfume para el gimnasio?

Cuando hacemos deporte es inevitable desprender el olor corporal propio de esta situación, debido al sudor en los ejercicios físicos provocado por el esfuerzo. Nada que un buen desodorante no pueda remediar e incluso prevenir. Pero cuando llega el verano y entrenamos en un lugar cerrado como el gimnasio la cosa cambia. Ni el aire acondicionado ni el desodorante son suficientes en muchos casos, y llega el momento de elegir los perfumes de mujer o de hombre que mejor nos sienten para hacer más llevaderas estas sesiones de entrenamiento, para nosotros mismos y para los demás.

Y la gran pregunta es: ¿hacer deporte y usar perfume son compatibles? La respuesta es que sí, por supuesto. Sin duda habrás tenido la ocasión de oler el perfume de compañeros y compañeras de gimnasio en varias ocasiones, e incluso puede que tú hayas usado una fragancia para oler estupendamente en tus entrenamientos.



Pero no es suficiente con perfumarte: del mismo modo que el olor a sudado puede molestar a aquellos que entrenan a tu alrededor, una fragancia demasiado potente o inadecuada en este contexto puede hacer que la gente se aparte a tu paso en el gimnasio.

Por eso es tan importante saber elegir bien un perfume para entrenar, porque ese olor te acompañará en tus ejercicios, los demás lo asociarán a ti y, de algún modo, tú relacionarás esa fragancia con la práctica deportiva que tanto te motiva, así que no es una cuestión cualquiera.

Eligiendo el mejor perfume para entrenar

Entonces, ¿qué es lo que hay que tener en cuenta para elegir un (buen) perfume para el gimnasio? Te sorprenderán las variables que entran en juego en esta elección:

  1. Tipo de deporte: hay que por el grado de intensidad (y de sudoración) de la actividad que practiques. No es lo mismo usar Chanel -potente y por ello más adecuado para deportes donde se suda mucho- que agua de colonia -más ligera y fresca, para deportes donde el cardio no es tan intenso-.
  2. Personalidad: los olores también comunican, también quieren decir “soy extrovertida” o “mejor no me hables”, y la intensidad será la barra de medir. Un perfume fuerte y decidido puede contraponerse a uno más bien dulce, suave, tímido. Esto es especialmente útil tenerlo en cuenta si te gusta hablar con otras personas mientras entrenas o prefieres ir a tu onda.
  3. Tipo de piel: esta es la variable más física que existe. No todas las pieles soportan lo mismo. No todas permitirían el mismo tipo de cremas y, por tanto, tampoco el mismo tipo de perfume, especialmente en situaciones como el deporte, en las que se suda bastante.
  4. Gustos y marcas: por supuesto, cada persona puede elegir lo que más le apetezca sin tener en cuenta ninguna de las otras variables. Guiarse por marcas es una muy buena motivación también, porque la imagen de la firma valida por entero el perfume, con independencia de intensidad, olor o frescor: Chanel, Carolina Herrera, Calvin Klein… hay marcas para todo tipo de personas y gustos. Aunque nosotros te animamos a que, como mínimo, tengas en cuenta qué deporte vas a practicar a la hora de perfumarte.
  5. Ensayo y error: a menudo, cuando vamos a comprar un perfume nuevo, vamos probando varios y casi nunca decidimos el primer día. La fragancia es una cosa muy personal. Pero, en muchos casos, suelen ofrecernos pequeñas muestras. Úsalas todas en lugar de almacenarlas hasta que pierden olor. Solo usándolas sobre nuestro tipo de piel mientras entrenamos nos daremos cuenta de que cuál de esos perfumes va con nosotros y cuál queremos que nos acompañe durante todas nuestras sesiones de gimnasio.