En una clase de yoga se realizan toda una serie de asanas o posturas destinadas a lograr ciertos objetivos y beneficios, entre las que encontramos precisamente las asanas invertidas o de inversión y semi-inversión. Es posible que ya las hayas visto en numerosas fotos o ilustraciones: las posturas invertidas en yoga son asanas en las que los pies quedan encima de la cabeza o del corazón, y que, pese a exigir generalmente una difícil ejecución, pueden aportarnos una gran cantidad de beneficios si las realizamos de la forma correcta.
Aportan vitalidad al organismo, mejorar el equilibrio y la estabilidad física y emocional, potencian la circulación sanguínea,... Veamos con más detalle todos los beneficios que pueden aportarte las asanas de inversión, tanto a nivel físico como mental.
4 beneficios sorprendentes de las posturas de yoga invertidas
Este tipo de asanas te permitirán no solo ver el mundo al revés, sino también ir un paso más allá y mejorar tu equilibrio, tu coordinación y perder el miedo o el pánico. Pero, eso sí, es conveniente saber que son posturas que requieren de entrenamiento y constancia. Es importante mantener y controlar el equilibrio entre tus hombros, tus brazos y la pelvis, y aprender bien la técnica para poder disfrutar de todos los beneficios de hacer asanas invertidas. Te indicamos los más sorprendentes:
1. Fortalecen los músculos de la espalda y el abdomen
Las posturas invertidas ayudan a trabajar la musculatura de la espalda y de la zona abdominal, responsable de aportarnos estabilidad en una posición segura. Es imprescindible que aprendas a respetar y controlar el principio de progresión que promueve el yoga para evitar lesionarte al realizarlas.
2. Mejoran la circulación sanguínea
Su práctica supone un remedio ideal para relajar las piernas, evitar su pesadez y mejorar el estado de las varices. Al encontrarnos con la cabeza hacia abajo, el retorno del flujo sanguíneo hacia el corazón es mucho más sencillo y rápido, ya que la gravedad lo facilita.
3. Ejercen un control sobre el sistema hormonal
Las posturas invertidas consiguen mejorar el funcionamiento de la glándula tiroides, gracias a la mejor irrigación sanguínea. De esta manera, permiten una descarga equilibrada de las hormonas y, en consecuencia, ayudan a regular el peso corporal, la temperatura y los niveles de energía.
4. Reducen el estrés
La mayoría de expertos y entrenadores personales aconseja practicar medicación después de hacer ejercicio. Si cuentas con un nivel avanzado en yoga, poner en práctica algunas posturas invertidas después de los entrenamientos te ayudará a destensar la musculatura y mejorar tu concentración. Además, resultan muy útiles para aportar armonía al organismo y ayudan a conciliar mejor el sueño.
¿Qué te han parecido los beneficios de las posturas invertidas? No cabe duda de que tanto las asanas de inversión como las de semi-inversión son posturas muy reconfortantes que podemos incluir en nuestra sesión de yoga, siempre y cuando contemos con la preparación física y mental necesarias para su ejecución.
Es imprescindible que, siempre que sea posible, las realicemos siguiendo las indicaciones de un profesional que nos pueda guiar en las distintas progresiones. Así, evitarás las temidas lesiones y podrás disfrutar al máximo de todos sus beneficios.