El yoga dinámico es una modalidad derivada del Hatha Yoga que podría definirse como la búsqueda de la meditación a través del movimiento. En él, las asanas se suceden concatenándose en un ritmo armonioso que conecta cuerpo y mente beneficiando a ambos.
Aunque a nivel físico, supone un duro entrenamiento que trabaja la fuerza y la flexibilidad, no puede considerarse un mero ejercicio gimnástico, porque en el yoga dinámico la concentración es básica para avanzar en el conocimiento del propio ser en todos sus niveles: físico, emocional, mental, espiritual…
¿Cómo es una sesión de yoga dinámico?
Para practicar yoga dinámico es necesario empezar por lo básico: conocer algunas de las posturas de yoga (asanas) comunes de esta técnica milenaria de desarrollo corporal y mental.
En una sesión de yoga dinámico las posturas se realizan una detrás de otra, de manera continua, para crear una secuencia completa de movimientos pausados y siempre acompañados por la respiración profunda para favorecer la relajación. Este yoga combina la energía y la vitalidad del Hatha Yoga con las técnicas del yoga Vinyasa, cuyo objetivo es lograr la completa coordinación entre el movimiento y la respiración. para alcanzar, así, la meditación.
Las series de movimientos Vinyasa se centran en áreas corporales y grupos musculares concretos: articulaciones inferiores, espalda y lumbares, pecho y brazos, abdomen… pero siempre yendo más allá del mero entrenamiento físico, porque el objetivo del yoga dinámico es el bienestar integral de la persona partiendo de tres elementos claves:
- El Drushti. La toma de consciencia de lo que se está haciendo en el momento presente. Si practicas yoga dinámico debes concentrarte en cada una de las posturas para que el movimiento fluya de manera natural y notes los efectos de cada una de ellas en tu propio cuerpo.
- Las asanas. Mantener posturas correctas que nos aporten equilibrio y estabilidad es fundamental para lograr nuestro bienestar.
- Series Vinyasa. Es una de las claves del yoga dinámico: la perfecta sincronización entre el movimiento y tu propia respiración que conseguirá la total fluidez en el paso de una asana a la siguiente.
Repasa los beneficios del yoga dinámico
Los principios del yoga se mantienen intactos en el yoga dinámico pero, dado que se trata de yoga en movimiento, es un excelente ejercicio que combina los beneficios de un entrenamiento aeróbico y los de fuerza. A nivel físico, el yoga dinámico exige cierta preparación, aunque las series de movimientos van siendo más complejas a medida que avanzas en la técnica y controlas fácilmente las asanas. Entre las ventajas de practicar yoga dinámico hay que destacar:
- Músculos más fuertes y tonificados sin ganar, necesariamente, volumen. En los movimientos del yoga dinámico intervienen distintos grupos musculares y en las series vinyasa, se trabaja incluso la musculatura profunda, aquella que no suele estar presente en ejercicios tradicionales que puedas hacer en el gym.
- Mayor flexibilidad y rango de movimiento en las articulaciones,
- Aumento de la capacidad respiratoria y mayor control de la misma.
- Alto gasto energético (quema de grasas). La sucesión de posturas consigue elevar la temperatura corporal incrementando el gasto calórico y ayudando a la pérdida de peso.
- Mejora del equilibrio y la postura. El core se fortalece y la columna vertebral permanece en la postura correcta durante toda la sesión.
Además de estos beneficios, no hay que olvidar que la coordinación perfecta entre respiración y movimiento, favorece la relajación, eliminado el estrés y las tensiones del día a día.
Los que practican esta modalidad de yoga aseguran que, a las pocas sesiones, se consigue una profunda sensación de bienestar, tal vez proporcionada por la sensación de autoconocimiento tanto a nivel físico como mental que proporciona el yoga.
