Los dispositivos móviles forman parte de nuestra vida cotidiana y nos cuesta separarnos de ellos incluso en el momento de hacer deporte. Llevar el móvil al gimnasio o dejarlo en el bolso es una elección personal que conlleva ventajas e inconvenientes. Conócelos y ¡decide!
Son tantas sus utilidades que el móvil se ha vuelto casi imprescindible, pero estar pendiente del teléfono puede hacer que no prestes la debida atención a lo que estás haciendo en un momento determinado.
Hay opiniones diversas. Algunos entrenadores personales y monitores consideran que el móvil en el gym supone una distracción que puede hacer que tu rendimiento deportivo baje de manera notable. Otros, en cambio, están a favor de sacarle partido siempre que se utilice como una herramienta más que te ayude a mejorar y a alcanzar tus objetivos.
¿Elemento de distracción o dispositivo con aplicaciones prácticas y útiles para realizar tu actividad? Esa es la cuestión. Llevar el móvil al gimnasio no es ni bueno ni malo en sí mismo. Todo depende de cómo lo utilices.
Pros y contras de entrenar con el móvil en el gym
Fíjate en esta pequeña lista de consideraciones sobre la conveniencia o no de llevar el móvil mientras entrenas y analiza qué uso que le das al tuyo cuando haces ejercicio. Así te será más fácil decidir qué es lo que más te conviene.
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1. Muchos dispositivos cuentan con aplicaciones que son una excelente ayuda a la hora de entrenar. Contador de las calorías que vas quemando, control del ritmo cardiaco, datos sobre el número de repeticiones realizadas, sobre los minutos dedicados a entrenar en cada máquina o sobre la evolución del peso que llegas a levantar en cada sesión… Sin duda, y al igual que si decides correr con el móvil, hay apps que son una ventaja a la hora de llevar un control sobre tus rutinas y tus progresos en el gym.
2. Ante tanta tecnología, tampoco hay que olvidar que muchas personas llevan el móvil a la sala de fitness con la única intención de entrenar escuchando música. Si tu propia banda sonora te ayuda a hacer ejercicio con más ganas y motivación, no hay razón que indique que no debas hacerlo
3. La mayoría de entrenadores se muestra contrario al uso del móvil en el gym por otro tipo de funciones, con las que cuentan estos dispositivos, que poco tienen que ver con la actividad deportiva. Leer los correos y los mensajes whatsapps, mientras descansas unos segundos entre una serie y otra, o incluso mientras pedaleas en la bici o corres en la cinta, no es la mejor manera de concentrarte en el esfuerzo que estás realizando y en tu propia superación.
4. Llevar el móvil al gimnasio puede hacer que pierdas un tiempo muy valioso atendiendo llamadas o respondiendo mensajes. Si dedicas dos o tres horas a la semana a cuidarte haciendo deporte, no deberías renunciar a ese tiempo que te proporciona salud y bienestar. Céntrate en ti, disfruta de la actividad física y ¡deja el móvil! (no pasa nada porque veas los mensajes unos minutos más tarde).
5. Tu dispositivo puede convertirse en tu peor “enemigo” interrumpiendo constantemente tu entrenamiento. Si eres de las personas que cada vez que escucha el sonido de entrada mensajes deja de hacer lo que sea para atenderlo, mejor no entrenes con el móvil. Tu rutina lleva un ritmo, una serie de ejercicios y de segundos de descanso que debes cumplir sin interrupciones para alcanzar tu rendimiento óptimo.
6. Por último, recuerda que la excesiva dependencia del móvil nunca es buena. El deporte ayuda a liberar las tensiones y el estrés y, en este sentido, hacerlo sin estar pendiente del móvil hará que tu sesión en el gimnasio cumpla todas las expectativas.
En resumen, si el móvil te resulta útil a la hora de entrenar ¡perfecto!, no hay ningún inconveniente en llevarlo al gym, pero si se convierte en protagonista impidiendo que te concentres en tu rutina... ¡mejor déjalo en casa!
