Salir en bici es una actividad sana y muy entretenida. Nuestro país dispone de carreteras de todo tipo para disfrutar del ciclismo, desde carreteras llanas y espectaculares junto a la costa hasta las carreteras de montaña que atraviesan diferentes puertos para los que buscan recorridos más exigentes. En cualquier caso, a la hora de salir a pedalear por carretera, hay una serie de consejos que debemos tener muy en cuenta para hacerlo con seguridad y evitar percances que nos fastidien la experiencia.
1. Casco y ropa
Nunca salgas sin casco. Te sorprendería la resistencia de los cascos en caso de impacto. ¿Cuántas veces habremos visto a ciclistas profesionales salir ilesos en caídas donde han partido el casco? Su uso es obligatorio, y por suerte cada vez son más cómodos, seguros y tienen una mejor ventilación. Los guantes y gafas de sol también son un elemento de seguridad, aunque no lo parezca. Y no vale cualquier prenda, lo ideal es que salgas con un culote y un maillot, ropa diseñada específicamente para andar en bici.
2. Conocimientos básicos de mecánica
Cuanto más utilices la bici más fácil es que aparezcan problemas como pinchazos, un sillín rebelde que se baja cada dos por tres, un manillar que se mueve o un cable de freno o cambio rotos, por citar algunos de los más habituales. Para que estos problemas no arruinen tus salidas ciclistas tienes que saber cómo solucionarlos. Más allá de los tutoriales que haya en Internet de rutinas para hacer ciclismo y saber cómo arreglar las bicicletas, debes aprender a reaccionar ante los imprevistos básicos. Muchas veces la mejor solución es salir a rodar con una grupeta de ciclistas más experimentados, que te puedan enseñar.
Pero no basta con saber solucionar estos problemas, también tendrás que llevar contigo un bolsito con las herramientas básicas para reparar averías: parches, una cámara de aire de repuesto, un juego de llaves Allen... Muchos ciclistas optan por llevar siempre consigo un kit de herramientas portátiles que pueden coocar en una bolsita bajo el sillín o en el cuadro, o incluso en un segundo bidón si en la bicicleta tienen dos portabidones. En ese bolsito o bidón tampoco pueden faltar el móvil, el DNI, la tarjeta sanitaria y un poco de dinero.
3. Hay que hidratarse bien
El ciclismo es uno de los deportes donde más habituales son las deshidrataciones, por eso conviene hidratarse bien tanto en los meses más calurosos del año como en invierno, al igual que es esencial seguir una dieta para ciclistas supervisada por un nutricionista cualificado. Lo ideal es dar un sorbo de agua cada unos 10 o 15 minutos, obligándote a ello sin esperar la sed. Por eso conviene salir siempre con agua suficiente, ya sea en los bidones o en un camelbag. Si saldrás más de 2 horas no está de más combinar el agua con alguna bebida energética, además de las típicas barritas de frutas, frutos secos y cereales. No esperes a tener sed o hambre para beber y comer.
4. Aprende a gestionar el esfuerzo
Al principio puede que te cueste, pero pronto aprenderás dónde están tus límites. A veces vamos más rápido de lo que podemos para seguir al grupo, y acabamos descolgándonos pero siempre es mejor reducir un poco la velocidad para mantener un ritmo constante antes de que podamos desfallecer. Por eso mismo, poco a poco iremos aumentando el desarrollo que utilizamos -en especial cuando pedaleamos cuesta arriba- y la distancia o el desnivel recorridos. Si es necesario, contacta con un entrenador personal de ciclismo que te prepare para este tipo de entrenamientos.
5. No estás solo en la carretera
Estamos cansados de oír noticias sobre accidentes que envuelven a ciclistas. Habitualmente, la culpa es de los conductores pero hay que tener claro que no estamos solos en la carretera así que tendremos que respetar las señales de tráfico, indicar las maniobras a otros usuarios de la vía, circular en fila india o de dos en dos, etc. También se recomienda no ir detrás de camiones u otros vehículos que por su tamaño impiden una buena visibilidad, manteniendo siempre la distancia de seguridad.
