Es posible continuar o incluso empezar la práctica de los aeróbicos en personas de la tercera edad. Para ello será necesario realizar ciertos ajustes a la rutina de ejercicios habitual.
Para empezar, el tiempo destinado al calentamiento deberá ser un poco más extenso debido a que la temperatura en las personas de la tercera edad suele ser más baja que en la de un adulto joven.
En cuanto a los estiramientos y las coreografías, éstas se asemejan mucho a la de los aeróbicos tradicionales, pero suelen ser menos complejas y a un ritmo más lento, manteniendo una intensidad baja o moderada.
Igualmente, la fase correspondiente al enfriamiento corporal y a los estiramientos finales, ha de ser más prolongada de lo habitual.
Además de los beneficios a nivel cardiaco que le proveen los aeróbicos a las personas de la tercera edad, el recordar las rutinas y coreografías significará para ellos un ejercicio mental importante.