El taiho-jutsu parte de una premisa básica, de la cual se desprenden sus técnicas: “tu cuerpo debe ser cuidado por ti mismo”. Lo primero es el ejercicio de algunos movimientos básicos, los cuales pueden ser las posturas, miradas, distancias y desplazamientos.
El trabajo práctico requiere desde un inicio, la formación de parejas, a fin de intercambiar roles, de ataque y defensa. En lo referente a la defensa personal, se suelen utilizar técnicas de ejecución de golpes, patadas, palancas y llaves inmovilizadoras.
La lucha, utilizando un bastón (keibo) como aliado, recibe el nombre de Randori Renshuu. Al ser desarrollado como un sistema de defensa similar a las artes marciales, también presenta durante su entrenamiento diversas katas originales.
Una sesión de taiho-jutsu, abarca alrededor de una hora u hora y media. Debido a la naturaleza de las maniobras y sus objetivos, se recomienda no ser practicado sin supervisión, en el caso de los principiantes.