La práctica de cualquier deporte conlleva innumerables beneficios, aunque toda actividad física también puede conllevar el riesgo de padecer ciertas dolencias. Esto sucede tanto para aquellas personas que se dedican al deporte de forma profesional como para los que lo hacen para estar en forma o para divertirse. Y, especialmente, en estos casos, es importante tener cuidado, ya que muchos percances suceden como consecuencia de algún error por desconocimiento.
Estas pequeñas lesiones deportivas son muy comunes entre los deportistas. Y, cuando surgen, es esencial saber cómo tratarlas. Para ello, puedes recurrir a tratamientos como Dermaplast Active. No obstante, si son dolencias más graves, puede haber mayores consecuencias. Por tanto, es esencial aprender cómo evitarlas. ¡Presta atención a los siguientes consejos!
Lesiones deportivas más comunes
Bien sea porque no usamos unas zapatillas adecuadas, porque nos esforzamos mucho cuando no estamos en perfecto estado físico, porque el cuerpo se resiente a consecuencia de episodios colaterales como el estrés o porque surgen lesiones.
Más allá de encontrar una razón, hay percances que son comunes y que, después de unos días de reposo y cuidado especiales, se acaban pasando. Podemos decir, por tanto, que las lesiones deportivas son más frecuentes de lo que pensamos.
Pero, hay algunos casos donde afectan otras variables. Como, por ejemplo, la edad o tener una dolencia crónica. Asimismo, no todos los deportistas sufren las mismas lesiones. Un tenista tendrá mayores dolencias en el codo que un futbolista. Así que, en función del deporte o disciplina, se tiende a padecer ciertas lesiones deportivas.
Sin embargo, existen algunas lesiones que son comunes. A continuación, hacemos un repaso por las que son más frecuentes:
Esguinces
Hablamos de un problema muy común en los ligamentos de tobillos y rodillas. Sufrir algún tipo de desgarro afecta a casi todos los deportistas. Muchos deportes exigen un contacto físico o una constante repetición de movimientos y un deficiente calentamiento puede provocar estos percances.
Tendinitis
Sucede cuando el tendón se inflama. En este caso, el deportista sufre serios dolores en muñecas, codos, caderas, tobillos o rodillas. Es un tipo de lesión que debe tratarse con sumo cuidado para evitar problemas crónicos o más severos. Desde Hartmann Direct, expertos en el cuidado de los deportistas, aconsejan la importancia de recuperarse satisfactoriamente.
Bursitis
Es un tipo de lesión menos conocida, pero muy común. Afecta a la bursa, un saco de líquido cuya misión es amortiguar la unión entre los tendones, huesos y músculos. Surge en aquellos deportistas que realizan ciertos movimientos intensos o que tienen contacto con adversarios.
Roturas musculares
Es una lesión muy frecuente en todos los deportistas. ¿Quién no conoce a alguien con esta lesión? Un calentamiento defectuoso o un esfuerzo intenso suelen acarrear estas roturas.
Cervicales
Esta dolencia afecta incluso a aquellas personas que ni siquiera hacen deporte. Una postura incorrecta, un esfuerzo intenso, un calentamiento inapropiado o un golpe son las principales razones que hacen que suframos dolores en las cervicales.
Lumbalgia
La espalda y, especialmente, la zona de la región lumbar suele inflamarse como consecuencia de algún problema muscular.
¿Cómo evitar estas lesiones?
Los deportistas nunca podrán evitar este tipo de dolencias. La práctica de cualquier deporte lleva implícito un porcentaje de lesiones. No siempre se cumple, obviamente, pero sí existe ese riesgo. Eso sí, ese porcentaje puede reducirse aplicando el sentido común. Es esencial realizar un buen calentamiento y los estiramientos posteriores después de la sesión de entrenamiento.
También conviene llevar una correcta alimentación, mantenerse hidratado o atender a problemas dentales, ya que muchos percances musculares son a consecuencia de dolencias bucales.
Por otro lado, usar un material deportivo idóneo para cada deporte también ayuda a no lesionarse. Y, por supuesto, aplicar el sentido común: no hacer sobreesfuerzos y pasar por revisiones médicas de forma periódica.
Con estas claves y consejos, podrás reducir la aparición de lesiones. Y, en caso de que surjan, sabrás hacerles frente y fomentar una recuperación más rápida.