Aunque somos conscientes de la importancia que juegan los estiramientos para que nuestro cuerpo de lo mejor de sí mismo y no sufra lesiones durante el entrenamiento, es probable que en más de una ocasión hayas tenido que salir a toda prisa del gimnasio sin poder estirar bien todos los músculos que has trabajado.
Si quieres evitar arruinar tu entrenamiento, anota bien los cinco errores más comunes que se cometen al estirar.
¿Qué errores cometemos al hacer estiramientos?
Cuando estiramos, lo que estamos haciendo en realidad es estirar nuestros músculos de manera consciente con el objetivo de que éstos sean más flexibles y estén mejor preparados para el entrenamiento físico. Sin embargo, en muchas ocasiones infravaloramos la gran importancia que tiene hacer unos buenos estiramientos, tanto antes como después de practicar ejercicio físico. De hecho, no estirar bien después de entrenar supone uno de los grandes errores después de hacer ejercicio que todos cometemos.
Si quieres conocer con detalle cuáles son los errores más comunes al estirar, lee atentamente:
1. Desconocer para qué sirven los estiramientos
El principal error por el que a veces obviamos los estiramientos tras haber realizado deporte, o simplemente, no nos tomamos esta tarea lo suficientemente en serio, es porque desconocemos cuál es la finalidad de los estiramientos.
Pues bien, entre los principales beneficios que podemos obtener de unos buenos estiramientos destacamos: el aumento de nuestra flexibilidad, la mejora de nuestra circulación sanguínea mientras entrenamos, la mejora de nuestra agilidad, y también la oxigenación de nuestros músculos.
Asimismo, los estiramientos nos evitan de ciertas lesiones como los tirones, las tendinitis o las torceduras, y también nos ayudan a reducir la tensión muscular cuando entrenamos, por lo que reducimos las posibilidades de padecer incómodas agujetas o ligeras molestias.
2. Creer que vale cualquier estiramiento
Otro error común que solemos cometer al estirar, es pensar que todos los estiramientos pueden servirnos para el deporte o la actividad física que practicamos, cuando esto realmente no es así.
Y es que, se ha demostrado que ciertos estiramientos no son compatibles con algunos deportes. Este es el caso, por ejemplo, de los estiramientos pasivos antes de una competición, ya que pueden llegar a producir una pérdida de fuerza al deportista.
3. Estirando se puede forzar al máximo
Definitivamente no. Y es que si por ejemplo tienes una lesión deportiva importante, no debes forzar los músculos ni tan siquiera cuando vayas a estirar, ya que debes dejar que los tejidos musculares se reparen progresivamente.
Y aunque no sufras ninguna lesión, ten en cuenta también que al calentar debes forzar lo mínimo, hacer todos los ejercicios despacio, y no llevar tu cuerpo al límite, ya que con los estiramientos también podrías lesionarte.
4. No es preciso prestar atención a la respiración
Este es otro de los errores que se suelen cometer habitualmente en cualquier tipo de estiramiento, el pensar que no es necesario prestar atención a la respiración.
Pues bien, debes saber que la respiración tiene un poderoso efecto sobre nuestra percepción del dolor y también sobre nuestro tono muscular. Por ello y mientras estires, trata de concentrarte y de pensar que a través de la respiración estás llevando oxígeno a tus músculos. Ya verás cómo después de estirar te sentirás más relajado y también notarás menor tensión muscular.
5. Mantener los ejercicios de estiramiento durante más de un minuto
Otro de los principales errores que se cometen al estirar es, precisamente, el alargar estos ejercicios durante más de 60 segundos. Ten en cuenta siempre que estés estirando, que cada ejercicio no deberá sobrepasar el minuto de tiempo ya que más allá de este periodo, los estiramientos pueden afectar negativamente a tu rendimiento físico.