¿Quién no ha pensado mientras estaba tumbado/a en el sofá: “hoy me encuentro demasiado cansado como para salir a correr… mejor mañana”? Si lo que quieres es acabar con esta tentación y ser capaz de ganarle la batalla estás de suerte. Usa sólo este consejo para nunca fallar a tus propósitos y lograr cumplir tus objetivos:
Asocia dolor a no hacer lo que sabes que tienes que hacer y asocia placer a sí hacerlo
Está comprobado que nuestra mente reacciona si enfrentamos emociones con emociones. Así que si queremos ser más constantes a la hora de hacer deporte, tenemos que combatir la emoción de la pereza con otra emoción. De nada sirve hacer una lista de pros y contras cuando no te apetece lo más mínimo levantarte del sofá. Somos seres racionales así que la razón tiene todas las de perder frente a las emociones.
Entonces, ¿cómo ponemos en práctica este consejo para vencer a las excusas?
Cuando nos invada la pereza, el miedo o cualquier otra emoción que nos aleje de nuestro objetivo entonces hazte esta pregunta: “¿Qué pasará si no lo hago?” Y piensa en todo lo que estarás perdiendo si decides no salir a correr y quedarte en el sofá: batir tu nuevo récord personal, tener una mejor forma física, etc.
No lo pienses como si la pregunta fuera para alguien que no eres tú. Siente ese malestar de no conseguir lo que tanto deseabas.
Con esta pregunta lo que estamos haciendo es la primera parte del consejo: asociar dolor a no hacerlo. El dolor nos impulsará a levantarnos y a hacer lo que sabemos que debemos hacer.
Pero falta usar todavía la segunda parte: asociar placer a hacerlo. Para este segundo paso nos hacemos la pregunta contraria: “¿Qué podré conseguir si lo hago?” Aquí nos damos permiso para imaginar todo lo que podremos alcanzar si salimos a correr. Y no sólo salir a correr hoy sino crear el hábito saludable de ser constante en lo que nos proponemos.
Aunque existen cientos de estrategias para vencer a la pereza y a la comodidad no dejes que la cantidad de consejos que hay te paralice. Céntrate en uno de ellos. Usa este truco mental y nunca más tendrás que lamentar haber fallado a uno de tus propósitos.
