La crioterapia puede ser útil para pacientes en circunstancias y necesidades diversas. Principalmente, está recomendada para personas dedicadas al ejercicio físico, como los atletas, y los interesados en el cuidado de la piel.
La aplicación del agua fría en la piel, contribuye a afirmar los tejidos, disminuyendo la celulitis. De esta forma es posible combatir molestias, como la artritis, el eczema, estrés, insomnio y depresión.
El frío de la crioterapia pondrá en marcha alrededor de 250000 receptores en el organismo, estimulando el sistema nervioso central y produciendo endorfinas, adrenalina, serotonina, testosterona y otras hormonas. Todo ello, aumentará el suministro de nutrientes y oxígeno en el paciente.
Asimismo, podemos determinar algunos beneficios de carácter general, como sus efectos desinflamatorios, analgésicos y antiespasmódicos. Los terapeutas lo aconsejan en casos de apendicitis, peritonitis agudas y vómitos.