Hipoacusia y misofonía: Cómo identificar estos problemas auditivos

Diferencias entre hipoacusia y misofonía

La hipoacusia y la misofonía son dos problemas auditivos que pueden acabar afectando a nuestra salud. Sin embargo, se tratan de dos dolencias diferentes que presentan una serie de síntomas y una percepción diferente del sonido. En el siguiente artículo, analizamos cuáles son sus diferencias y sus principales síntomas. ¡Sigue leyendo y descúbrelo!

La hipoacusia

La hipoacusia se trata de una pérdida de la capacidad auditiva o una disminución de la audición de un oído o de ambos. Puede producirse por diversas causas, como la edad, sufrir lesiones en el oído, la aparición de infecciones, así como una exposición prolongada a ruidos fuertes o los factores genéticos.

Principales síntomas

Para identificar la hipoacusia, presta atención a los siguientes síntomas:

  • Dificultad para escuchar conversaciones o sonidos suaves.
  • Necesidad de aumentar el volumen de la televisión, la radio o la música.
  • Dificultad para entender a las personas en ambientes ruidosos.
  • Zumbidos en los oídos (tinnitus).
  • Dificultad para seguir conversaciones telefónicas.
  • Aislamiento social debido a problemas de audición.

Soluciones

Cuando se experimenta algunos de estos síntomas, es importante consultar a un profesional de la salud auditiva, como un audioprotesista o un otorrinolaringólogo, para realizar una evaluación auditiva y determinar el grado de hipoacusia y su posible causa.

La misofonía

En cambio, la misofonía es una condición en la que ciertos sonidos cotidianos provocan una reacción emocional intensa y negativa en una persona. Consiste en una alteración neurológica que se presenta como una alta sensibilidad a un sonido concreto. Por tanto, el problema no se encuentra en la capacidad auditiva de los oídos, sino en el sistema nervioso central y en la manera de interpretar los sonidos.



Una de sus causas es la asociación emocional que tiene la persona con el sonido. Y, como resultado, los ruidos comunes, como los sonidos ambientales, lugares con demasiado ruido, masticar, tragar, respirar fuerte, toser o teclear un teclado, generan una gran molestia. A su vez, pueden llegar a desencadenar reacciones emocionales exageradas de ira, pánico o ansiedad.

Principales síntomas

En concreto, los síntomas más frecuentes son:

  • Irritación, enojo o ansiedad intensa en respuesta a sonidos específicos.
  • Una fuerte necesidad de evitar situaciones o personas que generen estos sonidos.
  • Sentimientos de angustia y malestar emocional cuando se exponen a los desencadenantes.
  • Dificultad para concentrarse o relajarse debido a la presencia de estos sonidos.

Soluciones

La misofonía es un trastorno del procesamiento auditivo y suele requerir la atención de un profesional de salud mental, como un psicólogo o psiquiatra. De este modo, se podrán trabajar diversas estrategias para afrontar y manejar la misofonía.

Recomendaciones para cuidar la salud auditiva

Proteger nuestros oídos y cuidar la salud auditiva resulta fundamental. Para ello, se pueden seguir algunos consejos:

  • Evita los ruidos fuertes y estridentes.
  • Controla el volumen de los auriculares cuando estés escuchando música.
  • Sécate los oídos después de ducharte.
  • Los malos hábitos, como el tabaco y el alcohol, son perjudiciales para nuestra salud y nuestra audición.
  • Mantén una alimentación saludable y equilibrada. Algunos alimentos, como el pescado, las legumbres, los frutos secos y las verduras y frutas, contienen una alta cantidad de vitaminas y nutrientes que ayudarán a que los oídos se mantengan sanos.
  • Si notas algún problema auditivo, es necesario acudir a un centro especializado a realizarte una revisión auditiva y determinar si existe alguna dolencia relacionada con los oídos.
  • Con la edad, es frecuente tener problemas de audición. Por ello, si eres mayor de 60 años, hazte una revisión auditiva al menos una vez al año.

Ahora ya conoces en qué consisten estos problemas de audición y cómo aprender a identificarlos y diferenciarlos.