Claves para empezar a nadar por tu cuenta

Cómo empezar a nadar por tu cuenta

Aunque la mayoría de personas han aprendido a nadar cuando eran niños, hay muchas personas que no han tenido la oportunidad de hacerlo o bien quieren perfeccionar su estilo de natación.

Si quieres iniciarte en este deporte y nadar por tu cuenta, tan solo necesitarás contar con una piscina como las que ofrecen desde Fluidra, empresa líder a nivel global dedicada al sector de la piscina y el wellness. Fundada en 1969, cuenta con una dilatada experiencia en el desarrollo de servicios y productos innovadores en el mercado de la piscina residencial y comercial a escala global.

Así que, antes que nada, resulta esencial tener en cuenta algunos consejos para afianzar el proceso de aprendizaje y aprender a nadar. ¡Toma nota de las siguientes recomendaciones!

Empezar a nadar

Cuando una persona decide que quiere empezar una nueva disciplina deportiva, lo primero que debe hacer es asimilar la técnica y comenzar a ponerla en práctica. Ello requiere un periodo de aprendizaje hasta adquirir los conocimientos y habilidades que son necesarios para desarrollar la actividad.

Beneficios de la natación

Concretamente, nadar es una actividad que aporta múltiples beneficios para el organismo. Ayuda a mantener flexibles las articulaciones, especialmente el cuello, los hombros, y la pelvis; contribuye a mantener un corazón y unos pulmones saludables, y también pone en movimiento la mayoría de los grupos musculares que tenemos en el cuerpo.

Se debe tener en cuenta que, dentro del agua, el peso de una persona es aproximadamente el 10% de su peso normal y el margen de movilidad es mucho mayor. Por tanto, es ideal para todo tipo de personas y edades. Sobre todo, para aquellas que necesitan ponerse en forma y tienen limitada su movilidad.



Pero, los beneficios de la natación también van más allá del nivel físico, ya que ayudan a obtener una mente más sana. Y es que, al nadar, conseguimos relajarnos de las tensiones diarias, disminuimos el aumento de tono muscular provocado por el estrés, generamos un estado de ánimo positivo, y conseguimos aislarnos de los problemas.

¿Cómo aprender a nadar por tu cuenta?

Aprender a nadar nos ayuda a sentirnos cómodos y seguros en el agua y, del mismo modo, hace que le perdamos el miedo a los baños en el río y en el mar. Sin embargo, durante el aprendizaje, es recomendable iniciarse en aguas que no tengan mucha corriente, como por ejemplo una piscina. De este modo, no habrá que estar pendientes de los movimientos y se podrán aplicar mejor la técnica.

Otro aspecto importante es aprender en una piscina que tenga una profundidad segura. Así, evitarás sufrir incidentes que puedan entorpecer el proceso de aprendizaje. Las piscinas son, por tanto, nuestras mejores aliadas para aprender a nadar. Y es que, de esta manera, se podrán realizar todo tipo de ejercicios y técnicas. Como, por ejemplo, actividades de iniciación para acostumbrarnos a flotar o ejercicios en el bordillo para poder apoyarnos y obtener mayor seguridad.

Movimiento de las piernas

A medida que se va avanzando, se puede empezar a flotar sobre la espalda o sobre el estómago abriendo los brazos en ángulo recto. Ello ofrecerá mayor estabilidad. En el caso de las piernas, cuando estemos flotando de espaldas o boca abajo, lo mejor es dar pequeñas patadas realizando leves pataleos, también conocidos como patadas de braza.

El movimiento de los brazos

Uno de los mejores ejercicios para aprender a usar los brazos en natación es nadar con los brazos hacia delante. Hazlo con la cabeza siempre fuera del agua y las manos siempre por dentro.

Este tipo de brazada se caracteriza por ser larga, por lo que se deben extender los brazos de forma completa frente al cuerpo antes de iniciar la tracción hacia atrás. En este caso, la patada ha de ser constante y los pies tienen que ir cerca de la superficie y sin salir del agua.

Aplicando estos ejercicios y practicando, conseguirás dominar la natación y mejorar tu técnica. Eso sí, en caso de querer perfeccionar los diferentes estilos de natación, siempre se recomienda acudir a clases, que pueden ser tanto colectivas como particulares.