El wogging proviene de la unión entre las palabras walk (caminar) y jogging (trotar). Tal como su nombre los indica, esta práctica fusiona la caminata con la carrera, convirtiéndose en un ejercicio ideal para las personas que no están acostumbradas a correr.
A través de este sistema, se podrá alcanzar la resistencia muscular necesaria para pasar de la caminata a actividades más exigentes.
Lo más recomendable para llevar a cabo el wogging, es aumentarle unos minutos a nuestra rutina de caminata para trotar. Esto nos ayudará a quemar más calorías, fortalecer los huesos y elevar nuestro nivel de resistencia física.
Asimismo, los defensores del wogging sostienen que el practicarlo contribuye a reducir los niveles de estrés, además de darle una mayor variedad a la rutina, haciéndola menos monótona.