Nadie se atreve a negar que el running está de moda, algo de lo que no se hablaba hace unos años. Una de las razones que explican la fiebre por salir a correr es que ser runner es una actividad gratuita: cualquier persona puede calzarse unas zapatillas y salir a correr por el parque, por la montaña o por cualquier espacio. No hay que pagar una entrada como en la piscina o alquilar una pista como en el tenis; el único gasto que haremos es el del material deportivo, una inversión que sigue siendo muy inferior a la de deportes como el ciclismo, la escalada o el fútbol.
El precio de ser runner
Lógicamente, no gastará lo mismo en equipación un runner que sale a correr de forma esporádica, una vez por semana, que los corredores que preparan pruebas como un maratón, que corren más de cuatro días a la semana. Pero ya seas un runner principiante, intermedio o experto, deberías saber que el material deportivo para salir a correr es cada día más barato. De hecho, el precio medio ha caído un 10% en el último año, lo que facilita todavía más el acceso de la inmensa mayoría de la población a este deporte.
Así, una persona que está dando sus primeros pasos en el running y sale a correr una vez a la semana gastará 93,40€ de media en equipación, una cifra un 9,4% inferior a lo que gastaba hace un año. La equipación está compuesta por unas zapatillas para running -que se llevan la mayor parte del presupuesto-, un pantalón corto y una camiseta. Por su parte, los corredores intermedios -corren dos o tres días a la semana- gastan unos 529,74€ de media en equipación deportiva, un 10% menos que en 2017.
En el material deportivo de este perfil intermedio se incluyen una pulsera de actividad, una camiseta térmica, guantes y otras prendas específicas para runners como los calcetines. Finalmente, en el grupo de runners avanzados con cuatro entrenamientos o más a la semana, el material deportivo sale por unos 1.186,59€. Se trata de un perfil que cuenta con varios tipos de zapatillas para correr, una para cada perfil; más prendas específicas para running, un reloj para correr o un frontal para los momentos de mala visibilidad.
Una de las consecuencias del boom del running es que cada vez son más las marcas que apuestan por ofrecer productos para salir a correr. Una mayor demanda implica un aumento de la oferta de productos deportivos, lo que se ha traducido en un incremento de la variedad. Paralelamente a este boom ha aparecido una serie de plataformas online que facilitan todavía más el acceso a este material deportivo, en especial para un corredor de nivel avanzado, lo que se traduce en un gran ahorro.
Por ejemplo, los corredores que salen más de cuatro veces a la semana se gastan hoy en día 92€ menos que hace un año, un ahorro del 7%. Como hemos visto, porcentualmente el que más ahorra es ese corredor que entrena un par de días a la semana o tres, que este 2018 paga 55,08€ menos que en 2017. Finalmente, iniciarse en el mundo del running con una equipación básica de zapatillas, camiseta y pantalón es casi 10€ más barato que el año pasado, un ahorro más que significativo.
Más allá de la caída de precios del material del equipamiento para salir a correr, contamos con multitud de recursos como foros, grupos de entrenamientos o apps para runners que facilitan las cosas a los corredores de todos los niveles. Salir a correr no es gratis como dice el tópico, es necesario entrenar bien equipado, pero cada vez es más barato, así que no parece que la fiebre del running vaya a bajar a corto plazo.