Lo que no debes hacer si pierdes un día de entrenamiento

La vida es impredecible, y aunque organizamos nuestra agenda para las próximas horas, no sabemos cómo puede desarrollarse el día. Por eso, en alguna ocasión podemos faltar a nuestro entrenamiento, lo cual no debe preocuparnos en exceso. Lo más importante si pierdes un día de entrenamiento es saber que podemos obtener los mejores resultados posibles, incluso cuando sintamos que tenemos una vida demasiado ocupada para alcanzar nuestros objetivos.

Debemos entender y aceptar por qué no hemos ido a entrenar. Las responsabilidades de la vida diaria o los problemas de salud pueden provocar que nos ausentemos de nuestra sesión de entrenamiento uno o varios días, o decidamos empezar el gimnasio en otro momento.

A continuación os queremos dar algunas pautas sobre qué hacer si perdemos un día de entrenamiento, cómo puede afectarnos y de qué manera solucionarlo.

¿Qué hacer si te saltas un día de entrenamiento?

Rutina de ejercicios para entrenar en escaleras



¿Has faltado al entrenamiento de hoy? No pasa nada, no es el fin del mundo. A veces, nuestro cuerpo puede necesitar un día extra de descanso. Ser consciente de nuestro bienestar general es tan importante como nutrir nuestro cuerpo de manera adecuada. Sea cual sea el motivo por el cual no has ido a entrenar, es interesante tener en cuenta una serie de consideraciones para no perder la motivación y recuperar la rutina de entrenamiento más adelante, al día siguiente, o cuando nuestros compromisos familiares o profesionales nos lo permitan:

  1. Usa ese día como descanso. Una manera sencilla de solucionar nuestra ausencia de entrenamiento es tomarlo como día de descanso. Si, por ejemplo, nuestro día de descanso es miércoles y domingo y faltamos al entrenamiento un martes, entrenaremos ese miércoles. Además, existen ciertas formas para relajar las piernas cargadas después de entrenar y aprovechar nuestro día libre para recuperarnos de la actividad.
  2. Añade los ejercicios de ese día a tu siguiente sesión de entrenamiento. Si tienes suficiente tiempo y energía como para realizar los ejercicios que no has hecho ese día con los que tendrás que hacer la próxima vez, simplemente hazlo. Esta opción es una de las mejores ya que así no tocamos nuestro día de descanso ni tenemos que reestructurar el calendario semanal.
  3. Retrasa un día todo tu programa de entrenamiento. Esta opción puede ser la más fácil. Si tu plan de entrenamiento debía acabar en 28 días, lo aumentamos a 29 para compensar así el día que no hemos entrenado. El único inconveniente a esta solución es que no acabarás tu programa de entrenamiento el día que esperabas.

Sin embargo, lo que sí debes tener es que no puedes convertirlo en un hábito. Seguramente te haya llevado algún tiempo planificar tu rutina de entrenamiento y organizar los días que vas a entrenar. Has empezado a entrenar hasta adquirir el hábito, por tanto, no lo pierdas ahora lo que te has costado conseguir.

Plantilla para entrenamientos personales en Excel

Regla de oro: si has perdido un día de entrenamiento, acude a entrenar inmediatamente al día siguiente. Esta regla también se aplica cuando ‘pecamos’ con ciertas comidas.

También debes recordar que, si algún día no puedes acudir al gimnasio, éste no es estrictamente necesario para hacer ejercicio. Seguramente debas adaptar tus ejercicios con el material que tengas por casa o decidir si quieres entrenar solo o acompañado, pero seguro que podrás realizar un entrenamiento más que satisfactorio y así no sentirte culpable de haberte quedado totalmente parado ese día. De hecho, podríamos contarlo como un día de entreno a poca intensidad y motivarnos así para dar todo lo mejor en la próxima sesión.

¿Y qué pasa si pierdes más de un día de entrenamiento?

Si te has perdido dos o más días de entrenamiento durante la semana, comienza de nuevo la próxima semana y asegúrate de que puedes cumplir con los horarios que te habías propuesto. Establecer unos horarios para nuestros entrenamientos te ayudará a no perdértelos, asegurándote así los resultados que estabas persiguiendo en el deporte que más te apasiona.

Lo que no puedes hacer es planear una rutina de entrenamiento, seguirla a medias y esperar los mejores resultados. Lo que realmente debes hacer es trabajar por ello y estar decidido a conseguir tus metas.

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Sobre el autor

Jose María Tovar

Graduado en Psicología por la Universidad de Murcia. Soy un apasionado del deporte y desde hace más de 10 años aprovecho mi tiempo libre para redactar artículos sobre diversas temáticas, especialmente sobre deporte y vida saludable.


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