Preparar una prueba de triatlón supone llevar a cabo uno de los entrenamientos más duros a los que puedas enfrentarte y el yoga puede ayudarte tanto a nivel físico como mental. Si te estás planteando combinar estas dos actividades, fíjate en los múltiples beneficios del yoga para los triatletas. ¡Sigue leyendo!
El triatlón es un deporte exigente que combina la carrera a pie con el ciclismo y la natación, tres disciplinas aeróbicas que requieren esfuerzo, constancia, resistencia y afán de superación, además de una excelente preparación física. El yoga, por su parte, se basa en la repetición de una serie de movimientos y posturas (asanas) que, practicadas con regularidad, pueden convertirse en el mejor complemento a ese entrenamiento. Desde incrementar el propio control mental hasta ayudar a prevenir lesiones… Son muchas las , tal como te indicamos.
¿Cómo puede ayudar el yoga a los triatletas?
Yoga y triatlón poco tienen en común y, tal vez precisamente por eso, se complementan tan bien. Son muchos los triatletas que afirman que la práctica del yoga ha contribuido a mejorar sus propias marcas y su rendimiento. Vale la pena probar y descubrir cómo y por qué beneficia el yoga a un triatleta:
Mayor equilibrio y estabilidad
El yoga combina meditación y ejercicio físico. No es un deporte, pero no hay duda que sus posturas y movimientos contribuyen a fortalecer la musculatura en general y, especialmente la del tronco. Un core firme incrementa la estabilidad de todo el cuerpo, ayudando a un triatleta a mantener la postura correcta tanto a la hora de correr como en el momento de subirse a la bicicleta o de dar brazadas en el agua a toda velocidad.
Control de la respiración
Una adecuada técnica de respiración es básica en la práctica del yoga. Controlar el aire que entra en nuestros pulmones y “dirigirlo” a aquellos órganos y músculos que más oxigeno requieren en un momento dado es una de sus claves. En este sentido, la práctica del yoga beneficia a los triatletas porque incrementa su capacidad pulmonar y respiratoria, haciendo que, en pleno esfuerzo, tengan un buen nivel de oxígeno en sangre, justo cuando más lo necesitan.
Desarrollo de una mayor flexibilidad
Movimientos lentos, pausados y basados en los estiramientos… son los que dan forma a una sesión de yoga y los que pueden venir fenomenal a un deportista que entrena al máximo músculos y articulaciones. Los ejercicios del yoga incrementan el rango de movimiento con suavidad y sin forzar esos músculos tal vez doloridos o agarrotados después de correr y pedalear. Un triatleta, que además haga yoga, se sentirá más ágil, más ligero y ganará velocidad corriendo e incluso en los cambios de disciplina que implica el triatlón.
Posturas y movimientos propios del yoga como: “el gato”, ideal para eliminar la tensión de la zona lumbar, “el triángulo”, perfecto para estirar la musculatura de la piernas o “el águila”, el mejor para favorecer la movilidad de hombros y brazos son, sin duda, una gran ayuda para los apasionados del triatlón.
Entrenamiento más completo y con menos riesgo de lesiones
Es otro de los grandes beneficios del yoga para un triatleta. El yoga pone a trabajar músculos que no intervienen de forma directa en un entrenamiento de triatlón pero que tienen su importancia a la hora de mejorar en cada prueba. Con él, el cuerpo gana fortaleza y elasticidad en conjunto y el riesgo de sufrir algunas de las lesiones más comunes relacionadas con el triatlón como: tendinitis, problemas en las articulaciones de las rodillas o dolencias en espalda y zona lumbar, se reducen de manera notable.
Estrés bajo control
Completar una prueba de triatlón no solo exige potencia y resistencia física sino también mental y en este punto, el yoga beneficia a cualquier triatleta. La meditación que implica el yoga favorece la concentración en el propio cuerpo y en momento presente, es decir, en el ejercicio que se está realizando. Además, enseña a saber manejar la tensión que puede generar una prueba de triatlón y a afrontarla siempre de manera positiva.
