Los ejercicios isométricos son ejercicios de fuerza que se caracterizan por no demandar movimiento alguno para trabajar los músculos y fortalecer los huesos. Para practicarlos, basta con mantener una posición determinada o sostener un peso, como una maleta o mancuerna durante algunos segundos, hasta sentir una especie de quemazón en la zona muscular. Estos ejercicios forman parte de la rutina de entrenamiento de ciertos deportes como el alpinismo, la gimnasia y el boxeo. A pesar de ser un ejercicio suave, su práctica no está recomendada para personas que sufren de hipertensión arterial y problemas cardiovasculares.