Fisioterapia deportiva: cómo tratar y prevenir lesiones

Claves para tratar y prevenir las lesiones deportivas

Una mala práctica deportiva, no calentar de forma adecuada o la falta de costumbre pueden ser la causa de la aparición de las lesiones deportivas. Y es que todas las personas que practican deporte con regularidad están expuestas a ellas. Para ello, recurrir a la fisioterapia deportiva puede ser una muy buena solución para obtener una recuperación más rápida y efectiva y también como medida de prevención de estas lesiones.

Pero, ¿cómo es el proceso de recuperación de las lesiones deportivas en fisioterapia? A continuación, te explicamos cómo tratar y prevenir lesiones con la ayuda de la fisioterapia deportiva.

Lesiones deportivas: Por qué se producen

Practicar deporte es un factor muy importante para llevar un estilo de vida saludable y cuidar de nuestra salud. Sin embargo, cuando se realiza en exceso o de forma inadecuada, pueden haber un mayor riesgo de que se sufra una lesión deportiva en nuestros músculos o tejidos.

Es cierto que algunas lesiones no se pueden evitar debido a que se producen de forma accidental, pero otras son el resultado de una mala práctica. Las causas más comunes son una caída, entrenar con una mala técnica, hacer un sobreesfuerxo, no calentar antes de la realización del ejercicio o no utilizar el equipamiento adecuado.

Cómo tratar las lesiones deportivas

Cuando un deportista sufre una lesión, es importante que se realice un tratamiento adecuado para acelerar la recuperación y minimizar la dolencia. Por tanto, una vez se detecta un dolor muscular, es esencial recurrir a la fisioterapia deportiva para recibir el diagnóstico y conocer cuál es la lesión y cómo tratarla. La fisioterapia deportiva consta de las siguientes etapas:

Pautar la conducta del deportista

Tras el análisis de la lesión, los expertos en fisioterapia recomiendan un conjunto de ejercicios de rehabilitación como estiramientos o ejercicios de movilidad articular para recuperar la movilidad de la zona afectada.

Aplicar el tratamiento adecuado

El segundo paso es la aplicación del tratamiento más adecuado en función del tipo de lesión y su gravedad. Para ello, las diferentes técnicas que se suelen utilizar son la electroterapia, la termoterapia, la punción seca o el vendaje.

Recuperar la movilidad de la zona afectada

Tras las sesiones de fisioterapia y la realización de los ejercicios pautados, progresivamente se disminuye el dolor muscular y la zona lesionada recupera su movilidad y funcionalidad. Es en este momento cuando el deportista puede volver a retomar la actividad deportiva con normalidad.

Prevención de lesiones

Por otro lado, también resulta esencial el papel del fisioterapeuta en la prevención de lesiones. Además de la función de la fisioterapia en el tratamiento de los dolores musculares, la labor preventiva es fundamental para prevenir su aparición.



En este sentido, se realizan diferentes ejercicios y técnicas que buscan aliviar la tensión que se produce en los músculos y tejidos tras la práctica deportiva. En función del perfil del deportista, el tipo de deporte que realice y las lesiones previas, el experto en fisioterapia recomendará el tratamiento de prevención deportiva más adecuado.

Una de las principales técnicas para descargar la tensión muscular y relajar los músculos es el masaje deportivo. Y, por otro lado, se pueden utilizan técnicas como los vendajes para proteger las articulaciones y la aplicación de frío y calor si hay un riesgo de lesión.

Las principales ventajas de la fisioterapia como forma de prevención es que minimizan el riesgo de lesiones, potencia el rendimiento, mejora la musculatura y su elasticidad y, a su vez, fomentan la recuperación muscular.

Otras medidas de prevención

¿Qué otras acciones y medidas se pueden tomar para evitar las lesiones deportivas?

  • Realizar un calentamiento previo y un estiramiento posterior al ejercicio.
  • Utilizar un buen calzado y equipamiento deportivo.
  • Hacer los ejercicios con la técnica adecuada.
  • Evitar el sobreentrenamiento.
  • Obtén un buen descanso y deja que tus músculos se recuperen del ejercicio. Para ello, deja al menos dos días de descanso a la semana y alterna los grupos musculares.
  • Mantener una correcta hidratación antes, durante y después de hacer deporte.
  • Llevar una alimentación adecuada, sobre todo después de hacer actividad física. Es esencial proporcionar a tu cuerpo la energía y las proteínas que necesita para reparar los tejidos musculares trabajados.

Sin duda, la fisioterapia deportiva es un ámbito clave para lograr prevenir y tratar las lesiones que pueden surgir con la práctica deportiva. ¡Toma nota y pon tus músculos a punto!