Descubre cómo perder peso con el estilo de vida paleo

Estilo paleo

¿Alguna vez has oído hablar del estilo de vida paleo? Muchas veces hablamos de la pérdida de peso como fin de una dieta, pero el paleo no es una dieta más, es un estilo de vida en el que se combinan el ejercicio y la dieta del paleolítico. Dicho así puede asustar un poco, pero no vamos a volver a vivir en cuevas o a convertirnos en recolectores. Vamos a adaptar esos hábitos paleolíticos al siglo XXI, y a consecuencia de este nuevo estilo de vida más saludable perderemos peso y nuestra salud mejorará.

Qué comer en la dieta paleo

Para conocer los alimentos que incluiremos en la dieta paleo echamos la vista atrás y nos fijamos en la alimentación de nuestros antepasados en aquella época: carne, pescado, frutas, verduras y hortalizas, huevos, frutos secos, semillas, flores y brotes. Es una alimentación muy completa, que nos permite obtener los nutrientes necesarios para que nuestro organismo funcione a la perfección y que siempre se puede completar con barritas energéticas naturales, unas barritas saludables que nos aportan proteínas.

¿Y de qué alimentos prescinde la dieta paleo? Básicamente, de los hidratos de carbono procedentes de harinas refinadas. Así, no hay sitio para la pasta, el pan o las galletas, pero tampoco para los lácteos. Pero una de las razones por las que la dieta paleo nos ayudará a perder peso es porque eliminaremos por completo los alimentos procesados de nuestra dieta, uno de los grandes culpables de los problemas de peso de mucha gente y que, evidentemente, no existían en el Paleolítico. También reducimos el azúcar y las grasas trans.



Si nos fijamos en el aspecto puramente nutricional de la dieta paleo, cumple con las necesidades nutricionales del ser humano, tanto de micro como de macronutrientes. Entre otras cosas, se produce un control de la producción de insulina, hay un aporte de ácidos grasos saludables omega 3 y omega 6 que nos protegen frente a las enfermedades degenerativas o se reduce el consumo de alimentos sintéticos, lo que facilita en gran medida la digestión.

Cómo empezar la dieta paleo

Al adoptar el estilo de vida paleo, lo que incluye el ejercicio -luego hablaremos de él- se supone que también empezaremos a seguir esta dieta. Sin embargo, no podemos cambiar nuestra dieta de forma radical de un día para otro, sino que hace falta una transición gradual. Piensa que de un día para otro desaparecerán de tu dieta elementos esenciales como el calcio de los lácteos, un mineral que tendremos que obtener de vegetales (col, brócoli, espinacas), frutos secos (almendras, pistacho, avellanas) o incluso animales (yema de huevo, ostras, calamares).

Con el estilo de vida paleo recuperas los mecanismos naturales de hambre y saciedad, y vas a aprender a comer sin necesidad de controlar lo que comes. Tu cuerpo te avisa. Recuerda que contamos con suplementos como las barritas sin azúcar y sin gluten que son un buen complemento a esta dieta. Cierto que no existían en el Paleolítico, pero cumplen con todos los requisitos para ser una buena ayuda.

El ejercicio y la dieta paleo

Para ser totalmente efectiva, cualquier dieta necesita ejercicio que la acompañe. Piensa que el ser humano del paleolítico era un individuo cazador-recolector, y tenía un estilo de vida totalmente activo en busca de ese alimento que le permitiese sobrevivir. El paleotraining ha evolucionado hasta convertirse en un elemento indispensable del estilo de vida paleo, y se nos ocurren pocas formas mejores de sacar el máximo partido a la dieta paleo que con este entrenamiento basado en los movimientos naturales del ser humano.