Muchas veces cuando hablamos de deporte solemos pensar en él en términos de competición o superación de metas personales. Y aunque gran parte del deporte que podemos realizar se basa en estos principios, también existen otras variedades que consisten en realizar actividades que nos benefician a nivel físico y mental, pero que no buscan batir récords.
Un ejemplo es el ecoturismo, una práctica que cada vez está consiguiendo más seguidores alrededor de todo el mundo. El ecoturismo, también llamado turismo ecológico, consiste en realizar excursiones por la naturaleza, utilizando a menudo rutas habilitadas previamente a tal efecto, aunque también se puede practicar en otras zonas que no han sido clasificadas para su práctica. Lo más importante es que se realice en pleno contacto con el entorno natural y que nos aseguremos que de que se trata de caminos practicables.
En casi cualquier lugar del globo existen rutas de este tipo en las que dar largos paseos, desde Europa hasta Latinoamérica, siendo esta última una zona muy rica en número de aficionados a este deporte, donde la ciudad mexicana de Monterrey, por su variada orografía, es ya un destino ineludible.
El éxito del ecoturismo en los últimos tiempos radica en los múltiples beneficios que conlleva para nuestra salud, y es que el simple hecho de dejar atrás el estrés que conlleva el ritmo de vida actual en la ciudad es ya de por sí una fuente de relajación para el organismo. Vamos a ver con detenimiento cuáles son los beneficios que esta disciplina nos puede aportar:
- Mantiene en forma todo tu cuerpo, y especialmente las piernas, ya que se someten a todo tipo de trayectos que las tonifican y hacen más fuertes.
- El contacto con la naturaleza segrega endorfinas que te hacen sentir de maravilla, con lo que puedes decir adiós al estrés acumulado.
- A diferencia de correr en la ciudad, como con el running, practicar ecoturismo te hace respirar grandes cantidades de aire puro y limpio, que reoxigena todo tu cuerpo.
- Te ayuda a redescubrir la naturaleza y a respetarla, manteniéndola limpia mientras admiras toda su belleza. Además, aprendes la historia de cada lugar nuevo que recorres, especialmente si te acompaña alguien más experimentado.
Como habrás podido ver, los beneficios no se obtienen solamente a nivel físico, sino que también los encontramos en el apartado emocional y psicológico, por lo que es una actividad que te recomendamos llevar a cabo. Y pese a que sabemos que eres una persona deportista, habituada a trabajar tu cuerpo con regularidad, conviene recordar algunos aspectos antes de lanzarse a practicar turismo ecológico:
- No te dejes engañar por su apariencia de actividad relajada y sosegada. El entorno natural que nos rodea está lleno de cuestas y bajadas que dificultan el paso, por lo que si lo practicas sin estar lo suficientemente entrenado o llevas contigo a alguien que no lo está, el agotamiento físico puede estropear la experiencia. Por eso, te recomendamos empezar con trayectos cortos y de relieve poco pronunciado, para que tu cuerpo o el de tus acompañantes se vayan habituando.
- Lleva mucha agua y no te olvides de beber, pues como con cualquier actividad física de intensidad moderada, el ecoturismo consume mucho líquido que se va en forma de sudor. Y no querrás deshidratarte, ¿verdad?
- Utiliza calzado especialmente pensado para ello, como zapatillas de montaña con suela antideslizante, ya que en muchas ocasiones atravesarás zonas húmedas con riachuelos y pisarás rocas de superficie resbaladiza.