Claves de ejercicio y alimentación para que el balón gástrico funcione

Ejercicios y dieta para el balón gástrico

El balón gástrico es un dispositivo que se implanta por métodos no quirúrgicos y que resulta efectivo cuando existe un problema grave de sobrepeso. Pese a lo que muchos creen, no es una solución “mágica” contra la obesidad. El balón es el elemento fundamental de esta técnica, pero una dieta equilibrada y ejercicio físico regular son esenciales para que el tratamiento tenga éxito. Por eso vamos a conocer las claves de ejercicio y alimentación para que el balón gástrico funcione.

¿En qué consiste el balón gástrico y cómo ayuda en casos de obesidad?

Hay que tener claro que el exceso de peso no es únicamente una cuestión de estética sino un riesgo comprobado para la salud. Detrás de este problema suelen estar los malos hábitos nutricionales y el ritmo de vida sedentario cada vez más habitual. De hecho, desde hace un tiempo ya se habla de la obesidad como la epidemia del siglo XXI, y combatirla con métodos efectivos es prioritario.

El balón gástrico es uno de los tratamientos más demandados en la actualidad por sus buenos resultados y porque se trata de una técnica no quirúrgica, con la que el paciente va eliminando los kilos que le sobran de manera progresiva. Consiste en introducir una esfera de silicona en el estómago por métodos endoscópicos y con sedación. El balón ocupa un espacio determinado, reduciendo la capacidad del propio estómago y logrando reducir la sensación de hambre. Pero el esfuerzo por perder peso lo tiene que hacer el paciente, el balón solo es una ayuda.



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Dieta y ejercicio esenciales para el éxito del balón gástrico

Una vez introducido el balón, comienza el verdadero tratamiento. El paciente deberá llevarlo unos seis meses, pudiendo llegar a perder más de 20 o 25 kilos. Dieta y ejercicio son los pilares básicos para conseguirlo y un seguimiento exhaustivo es fundamental para alcanzar nuestra meta. En este tiempo, se intentará cambiar hábitos poco saludables para que, una vez retirado el balón, el paciente no vuelva a recuperar el peso perdido.

En este sentido, es prioritario realizar el tratamiento en clínicas y centros especializados y que un equipo multidisciplinar controle la evolución de cada persona a la que se ha implantado un balón gástrico. Médicos, especialistas en nutrición y psicólogos han de trabajar juntos para que el dispositivo cumpla el objetivo en combinación con los hábitos y actitud del paciente, y lograr así la deseada pérdida de peso.

Dos son los aspectos en los que estos profesionales se focalizarán durante todo el proceso: la dieta y la actividad física del paciente. Vamos a verlos con más detalle:

  • Dieta. Los malos hábitos nutricionales están detrás de la mayoría de los casos de obesidad. Tras la implantación del balón, una dieta correcta, saludable y equilibrada es esencial para lograr perder los kilos necesarios. La dieta siempre ha de ser personalizada porque cada organismo es diferente y tiene necesidades específicas. Generalmente, una vez introducido el balón el paciente tomará durante los primeros días una dieta líquida y semiblanda: zumos, caldos, cremas de verduras… pero, poco a poco, su alimentación se irá haciendo absolutamente normal, aunque deberá basarse en pautas saludables. Hacer cinco o seis comidas diarias pero reduciendo cantidades, limitar la ingesta de grasas saturadas y trans, optar por alimentos que contengan hidratos de carbono de lenta absorción y aumentar el consumo de frutas y verduras son algunas de las premisas nutricionales a seguir. En definitiva, no es una dieta restrictiva y complicada. Se trata de reeducar al paciente en sus hábitos alimentarios, estableciendo una dieta variada y equilibrada que ayude a eliminar el sobrepeso de la manera más natural.
  • La actividad física es el complemento perfecto a cualquier dieta, incluida la que conlleva el tratamiento con balón gástrico. Por eso es fundamental contar con asesoramiento profesional especializado. Una persona obesa, que no esté acostumbrada a hacer deporte, no puede comenzar a practicarlo sin un control médico previo. Tras la implantación del balón, bastará con caminar una hora al día durante las primeras semanas, sin forzar nunca el organismo. Poco a poco habrá que ir incrementando la intensidad del ejercicio siempre siguiendo los consejos de los especialistas. Nadar, correr a ritmo suave, montar en bicicleta, hacer algo de trabajo de pesas en el gimnasio o descubrir los beneficios del Pilates son algunas opciones para incrementar el gasto calórico, perder peso y además cambiar a un estilo de vida mucho más sano con idea de mantenerlo una vez nos hayan retirado el balón.

De este modo, habremos reaprendido nuestras pautas alimentarias y deportivas para mantener en el tiempo los buenos resultados obtenidos gracias a la técnica del balón gástrico.