¿Vas a empezar a hacer yoga? Aunque parezca intimidante para muchos principiantes, el yoga es una manera increíble de equilibrar nuestra mente, cuerpo y espíritu, de vencer tus miedos y tomar conciencia de tus objetivos. Si vas a asistir a tu primera clase de yoga, es importante que tengas en cuenta una serie de consideraciones para no dar la nota y aprovecharla al máximo.
Consejos para tu primer día en una clase de yoga
Para disfrutar de todos los beneficios del yoga, necesitarás mucha perseverancia y concentración. Con esta serie de recomendaciones te ayudaremos a sentirte más cómodo, tranquilo y preparado cuando acudas a tu clase de yoga por primera vez. Toma nota:
1. No vayas a clase con el estómago lleno
Intentar hacer yoga justo después de comer se convertirá en algo tedioso. Para que tu cuerpo se pueda flexionar y adoptar diferentes posturas, el estómago no puede estar digiriendo alimentos pesados. Intenta comer una hora antes de practicar yoga, pero si en tu caso no pudieras evitarlo porque estás hambriento, puedes comer un plátano no menos de 20 minutos antes de la clase.
2. Llega temprano
En tu primer día de yoga, acude a tu centro deportivo por lo menos 10 minutos antes de la hora programada para empezar la clase. De esta manera tendrás la oportunidad de escoger un lugar privilegiado y permanecer cerca del profesor. ¡No olvides decir que es tu primera vez!
3. Coge los accesorios
Asegúrate de que el centro de yoga ofrece colchonetas a quien todavía no tiene la suya propia. Después, una vez en tu clase de yoga, coge cualquier accesorio puntual que esté disponible: una correa, una manta o un step ofrecen algo diferente a la práctica de un principiante, pero cada uno de ellos ayuda a tu cuerpo a entrar de una manera más profunda a cada postura. Las correas te darán un poco de espacio extra para girar, mientras que una manta hará que todas posturas sentadas sea aún más agradables.
4. No necesitas calcetines ni guantes
Se suelen vender calcetines adherentes o guantes para los principiantes del yoga, pero no hay necesidad de invertir en ninguno de estos accesorios, los cuales proporcionan al cuerpo una falsa sensación de estar unido a tu colchoneta. Después de tu primer día de yoga, con lleves practicando yoga un tiempo, conseguirás que esa sensación ocurra de manera natural.
5. Libera la tensión
Es muy común apretar los dedos de las manos y los pies o incluso la mandíbula cuando se está empezando a practicar cualquier estilo de yoga por primera vez. Cuanto más te sueltes y liberes estrés de tu cuerpo, más fácil sentirás cada postura. Mantener las extremidades relajadas y cómodas te permitirá disfrutar de una mejor experiencia y, una vez te hayas calmado, descubrirás que podrás mantener las posturas durante más tiempo.
6. Concéntrate en tu respiración
Pon atención en lo superficial que es tu respiración al principio de la clase y lo profunda y relajada que será al final de la sesión. Cuando dejes tu mente en blanco, piensa en alargar tu inhalación y exhalar. Esta es la mejor manera de calmarte y sumergirte por completo en tu práctica con una perspectiva más fresca.
7. Confía en el profesor
Moverse al ritmo del profesor en tu primer día de yoga puede ser complicado al principio. Independientemente de si te sientes demasiado rápido o lento, confía en tus opciones para seguir los pasos y hacer todo lo posible para mantenerte al día con el resto de la clase.
8. Sé un principiante
En unos pocos meses, podrás adoptar cualquier postura de yoga posible, pero antes permítete vivir la experiencia de ser un principiante de verdad. En la práctica del yoga, la idea que se tiene de una ‘mente de principiante’ es aquella donde el individuo se dirige a su colchoneta sin nociones preconcebidas sobre lo que puede o no puede lograr y las posturas básicas de principiantes que puede o no puede hacer. Mantener esta perspectiva positiva y dejar las expectativas antes de entrar a clase resultará en la mejor experiencia posible.