La natación es una de las prácticas deportivas más realizadas en las últimas décadas. Esto puede deberse, entre otros motivos, a que es una disciplina apta para cualquier persona, pues no está condicionada por la edad ni el estado físico, siendo uno de los deportes más integradores que hay. Además, puede practicarse por diferentes motivos, ya sea por un fin recreativo, por placer, como medio para ejercitarse, para hacer rehabilitación o para competir.
La natación engloba dentro de su práctica diferentes estilos: crol, espalda, braza y mariposa. Todos ellos se practican durante las horas de entrenamiento y, una vez dominados, se considera que una persona sabe nadar de manera adecuada.
En cada estilo de natación se trabajan diferentes áreas del cuerpo, pues con cada uno existe una mayor o menor relación entre la fuerza que se emplea y los miembros que se utilizan. Por ejemplo, desde el punto de vista de la propulsión y examinando el protagonismo de las extremidades del cuerpo, se observa que el único estilo que trabaja por igual ambas partes, tanto la inferior como la superior, es la braza. En las demás modalidades puede variar o alternarse.
Conoce los músculos implicados en la natación
Una de las características principales que posee cada uno de los diferentes estilos, es que cada músculo o extremidad realiza un esfuerzo mayor o menor. Aunque en la mayoría de competiciones los estilos que más se utilizan son crol o mariposa, lo cierto es que las otras dos opciones, espalda y braza, son disciplinas muy duras. A continuación, se analizarán las variedades de cada modalidad:
Estilo braza: para ejercitar tanto brazos como piernas
El estilo braza, también denominado pecho, es la modalidad más antigua de natación. Es la disciplina que más fuerza requiere de todas, pues los músculos de las piernas juegan un papel fundamental, suponiendo el 50 por ciento de todo el desplazamiento, al igual que ocurre con los músculos de los brazos.
Ambas extremidades deber moverse de manera coordinada, mientras el core se mantiene totalmente recto y a flote.
Estilo crol: ideal para los brazos
El estilo crol es el más popular. El nadador se encuentra en una posición ventral (igual que en brazas) y pone en acción completa los brazos con movimientos alternantes, primero el derecho y luego el izquierdo, mientras que lo mismo ocurre con las piernas. Es el más rápido en la actualidad, aunque compite con el de mariposa.
En este caso, la fuerza que realizan los brazos es del 80 por ciento, y las piernas solo contribuyen con un 20 por ciento. Los músculos más forzados son el pectoral, los dorsales, los deltoides y los tríceps.
Estilo espalda: pectorales, dorsales , deltoides y abdominales
En este estilo el nadador está en posición dorsal (supina). Consiste en realizar movimientos similares al crol, solo que con una postura diferente. Al igual que ocurre con el estilo anterior, la mayor fuerza de desplazamiento es originada por los brazos con un 75 por ciento, y en un 25 por ciento por las piernas. La musculatura utilizada es similar a la de crol: pectoral mayor, bíceps braquiales, dorsales y deltoides.
Estilo mariposa: tríceps, deltoides y dorsales
Es el estilo más rápido junto con crol y, además, el más difícil de aprender, pues exige dominar altos niveles de fuerza y coordinación. Durante toda la acción, el cuerpo se encuentra en estilo central. La musculatura que más se desgasta durante los largos varía en función de si el cuerpo entra o sale del agua. En entrada: tríceps, deltoides, pectoral y redondo mayor (abdomen). En salida: pectoral, dorsal, bíceps y angular del omóplato, principalmente.
