Una de las infecciones más frecuentes para quienes practican natación es la otitis, es decir, la inflamación de los estructuras del oído que puede producir dolores intensos en la zona, además de pus y fiebre en algunos casos. Pero, ¿cómo evitar la llamada “otitis del nadador”?
Al igual que un ciclista debe llevar siempre casco y rodilleras, un nadador no puede prescindir de los conocidos tapones. Gracias a este accesorio se impide el paso del agua al interior de la cavidad auditiva y se reducen las posibilidades de contraer una otitis inesperada. Con el paso del tiempo, el clásico modelo de tapones ha evolucionado y ahora, gracias a la tecnología de GAES, es posible conseguir una protección auditiva eficaz mientras nadamos con sus últimos modelos de protectores de oído.
Los moldes clásicos de GAES son protectores a medida que se adaptan a la forma del canal auditivo y que impiden una posible entrada de agua. Están fabricado en silicona hipoalergénica y son ligeros y flexibles. Son ideales para nadadores y personas con tendencia a padecer otitis en ambientes acuáticos, sea cual sea su edad. Asimismo, sus bandas protectoras de neopreno pueden utilizarse conjuntamente con tapones a medida para conseguir una protección total.