5 pautas esenciales para eliminar la grasa localizada

Cómo eliminar la grasa localizada

Es la grasa más resistente, aquella que parece tener predilección por determinadas zonas de nuestro cuerpo y que permanece inamovible por mucho ejercicio que hagamos. Lamentablemente, no es posible quemar únicamente los lípidos que nos interesan, pero sí hay algunas pautas que contribuyen a eliminar las grasas localizadas.



Es una cuestión fisiológica. El tejido adiposo se distribuye por todo el organismo según determine la propia genética. Los hombres acumulan una mayor cantidad de grasa en el abdomen, laterales de la cintura y la espalda, y las mujeres en el área de la cintura, las caderas, glúteos y cara interna de los muslos.

Cuando hacemos dieta y ejercicio, nuestro organismo tira de sus reservas grasas en conjunto, aunque es cierto que la “quema” es mayor allí donde aparece más concentrada. Eliminar la grasa localizada requiere tiempo y paciencia. Solo con tratamientos estéticos y/o quirúrgicos específicos podrás deshacerte de ella con relativa inmediatez. Entonces, ¿qué se puede hacer si el objetivo es lograr que desaparezca la grasa acumulada?

Consejos para eliminar acúmulos grasos con dieta y ejercicio

Si quieres e de la grasa localizada que sobra, debes conseguir que tu organismo necesite recurrir a estas reservas para mantener la actividad física y el propio metabolismo basal. Los ejercicios que se centran en un área determinada, por ejemplo, los abdominales, en sí mismos no reducen la grasa específica de la zona, sino que desarrollan la musculatura (tapada por el tejido adiposo). Para combinar dieta y ejercicio y perder peso de forma saludable sigue estas pautas:

1. Actividades aeróbicas prolongadas

Correr, nadar, saltar a la comba, hacer bicicleta… son deportes que implican un elevado gasto energético y se trata de eso, de que tu organismo necesite recurrir a sus reservas grasas. Para que estas actividades resulten efectivas a la hora de eliminar grasas localizadas debes mantenerlas un mínimo de tiempo, al menos 30 – 40 minutos. Como hemos dicho, nuestro organismo quema calorías y grasas de manera proporcional, pero una actividad aeróbica continuada agotará nuestras primeras reservas de energía (las que proporcionan los carbohidratos a través de la alimentación) y hará que a nuestro cuerpo no le quedará más remedio que acudir a esas grasas concentradas.

2. Ejercicios multiarticulares

No hay ejercicios “milagro” para eliminar grasas localizadas. Si éste es tu objetivo, completa el trabajo aeróbico y cardiovascular con ejercicios multiarticulares como sentadillas, press banca, flexiones y todos aquellos que realizas con tu propio peso corporal como resistencia (calistenia). Con ellos, incrementas de manera notable el nivel de gasto calórico y la reducción de grasas se acaba notando en los puntos más difíciles de grasa “rebelde”.

3. Entrenamiento con intervalos de alta intensidad

Son aquellos que ponen a trabajar nuestro organismo al máximo en un corto periodo de tiempo, por ejemplo, un sprint en carrera. Incluir intervalos en tu entrenamiento no solo hará que en ese momento quemes una gran cantidad de calorías, sino que tu organismo continuará haciéndolo una vez finalizado el ejercicio. Los ejercicios por intervalos son ideales para quemar grasas acumuladas. Si eres delgada, pero no hay manera de deshacerte, por ejemplo, de esa grasa que resiste en tus caderas, prueba a entrenar con intervalos. Cuando termines tu sesión, tu cuerpo seguirá necesitando “combustible” y lo buscará justo ahí donde lo tienes, en este caso, en las caderas.

4. Dieta hipocalórica

Una dieta controlada y equilibrada, pero que suponga una ingesta menor de calorías de las que tu organismo demanda, es el secreto para que las acumulaciones grasas sean requeridas y vayan desapareciendo de manera progresiva. Reduce la ingesta de hidratos de carbono (especialmente aquellos de rápida absorción) e incrementa la de fibra ¡funciona!

5. Ayudas extra

Existen muchos tratamientos que pueden ayudar a movilizar y eliminar esas grasas persistentes. Masajes que favorecen el drenaje linfático, cremas efecto frío – calor que estimulan la circulación sanguínea, tratamientos médicos y estéticos como las envolturas con algas, la mesoterapia o la radiofrecuencia, puede ser una ayuda en los casos más difíciles de grasas localizadas.

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Sobre el autor

Mariola Báez

Redactora y editora profesional, no entiendo mi vida sin el deporte. Siempre dispuesta a conocer nuevas disciplinas y a invertir mi tiempo en mis dos grandes pasiones: el yoga y el running.


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