La respiración

Cómo respirar durante el ejercicio físico



La respiración es el proceso fisiológico indispensable para la vida de todos los seres humanos. La respiración es la acción de tomar oxigeno del aire y expulsar de nuestro cuerpo el dióxido de carbono. Aprender a respirar bien para hacer ejercicio físico resulta fundamental para mejorar el rendimiento deportivo y evitar lesiones de cualquier tipo. Te contamos más sobre la respiración en el deporte a continuación.

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Etapas de la respiración

La respiración se encuentra regulada por el auto reflejo pulmonar y por los centros respiratorios bulbares que adaptan de una manera automática la respiración a las necesidades de cada momento.

Y a pesar de que la respiración es algo vitan en la vida del ser humano, existen personas que no saben respirar y para emitir la voz es importante utilizar correctamente este recurso. Por eso, es esencial aprender a respirar correctamente para hacer ejercicio físico.

Las etapas de la respiración son las siguientes:

  • La inhalación: se toma aire por la nariz lenta y profundamente.
  • La exhalación: ocurre cuando el aire sale de la boca.

Técnicas de respiración en el deporte

Todos los deportes, especialmente el running, el yoga o la natación, precisan que centremos nuestra atención en un componente fundamental: la respiración. Si no respiramos bien al realizar cualquier tipo de ejercicio físico, estaremos privando a nuestro organismo del oxígeno y, por consiguiente, de la energía que necesita para afrontar el esfuerzo.

Por eso, existe una serie de ejercicios para aprender a respirar haciendo deporte. Gracias a las diferentes técnicas de respiración en el deporte, podrás encontrar el punto de equilibrio acompasar las inhalaciones y las exhalaciones de aire con tu ritmo de entrenamiento.

La importancia de la respiración en el deporte

Aprender a respirar para hacer ejercicio físico resulta un paso fundamental para entrenar de forma eficaz. Durante la actividad física, nuestro cuerpo realiza un importante desgaste de energía que debe ser recompensado con nuestra respiración. De esta manera, el organismo sale beneficiado, consiguiendo llenar y vaciar de aire los pulmones para que los músculos se fortalezcan.