Si haces deporte con frecuencia y los ejercicios forman parte de tu vida, seguramente sabes que hay otra persona que tendrá que entrar en tu vida por obligación: se trata del fisioterapeuta. Exacto, ese profesional que vela por la salud de tus músculos y que te da las pautas para que las lesiones y los altibajos de tu entrenamiento sean lo más insignificantes posibles.
No es que solo los deportistas acudan al fisio, pero sí que es cierto que el practicar deporte hace que acudamos más a este profesional y tengamos más cuidado de nuestra salud física. Solemos acudir primero por alguna lesión, pero con el tiempo, vemos la importancia de prevenir y de acudir a un especialista que nos guíe en nuestro camino. Eso sí, elegir un buen fisioterapeuta es esencial, por eso, hoy te damos algunas pautas para que sepas si has dado con un buen profesional.
¿Cómo saber si es un buen fisio deportivo?
Tanto si necesitas descargar tus piernas después de una carrera, o bien, tratar una lesión muscular, queremos ayudarte a saber si has contratado a un buen fisioterapeuta para que alivie tus molestias:
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Una buena valoración
Los masajes, el alivio de molestias o incluso la relajación de tumbarte en la camilla y dejar que te quiten un dolor es algo muy agradable, pero la verdad es que un problema muscular no se trata con un sencillo masaje, sino que hará falta ahondar hasta la raíz del problema y dar con una buena solución. Por eso, ir al fisioterapeuta es más que que te den un masaje, también tendrán que darte una valoración.
Conocer el diagnóstico médico es fundamental, pero en la mayoría de los casos nos es suficiente. Por eso, será muy importante que, en cada sesión a la que acudas, una parte del tiempo lo dediquéis a realizar una valoración de tu caso. Solo así, podremos dar con un buen tratamiento.
El tratamiento
Y si hablamos de una valoración y de lo bueno que es que un especialista te alivie un dolor, nada más importante que encontrar un buen tratamiento para que el alivio del dolor no sea solo momentáneo, sino que no tengamos que padecerlo más.
Existen dos tipos de tratamiento en el fisio. Por una parte, encontramos el tratamiento pasivo, que es aquel en el que no tenemos que hacer nada. Es decir, llegamos, nos tumbamos y el profesional hace todo por nosotros. En la camilla esperamos que el especialista nos cure y no tenemos que movernos.
Sin embargo, muchas personas se quedan en este tratamiento pasivo y no llegan al activo. Es una de las partes más importantes pues sin él no lograremos curarnos o prevenir las lesiones de forma eficaz. Para ello, será preciso que preguntes al fisio para que te informe de qué posturas y ejercicios debes llevar a tu vida diaria.
El profesional deberá indicarnos una serie de pautas y consejos para que corrijamos hábitos y hagamos ejercicios que nos ayuden tanto a curarnos de nuestras lesiones como a prevenir futuros males.
Consejos y derivación a otros profesionales
Por muy profesional que un fisioterapeuta sea, hay campos que no puede abarcar. De hecho, un profesional lo es más, cuando reconoce que hay situaciones que se le escapan y sabe perfectamente quien puede ayudarte. Por eso, cuando acudimos a un fisio, será importante que este sea capaz de derivarnos a otros profesionales si es necesario.
Muchas veces, una lesión requiere la acción coordinada de varios especialistas. Puede que se trate de un médico o puede que necesitemos otro profesional como un entrenador personal. Conocer los límites y saber cómo solucionar el problema con la ayuda de otros especialistas, será una de las cosas que debemos saber esperar de un buen fisioterapeuta.
