Aunque muchas personas hacen deporte para adelgazar, no siempre tiene que ser ése el objetivo prioritario. Motivos sobran para hacer ejercicio: sentirte en plena forma, más ágil, ligera y sobre todo más sana... Obtener todos estos beneficios manteniéndote en tu peso, es perfectamente posible. Si quieres hacer ejercicio y no perder peso, esto es lo que debes hacer.
Si tienes el peso correcto, no te sobran grasas y no quieres perder esos músculos armoniosos y tonificados que tanto esfuerzo te han costado... puedes perfectamente practicar tu deporte favorito sin adelgazar.
No a todo el mundo le sobran kilos y no siempre es necesario perder peso para sentirte bien. Si te encanta hacer ejercicio pero no quieres perder un gramo, debes entrenar de una manera muy concreta y además vigilar tu dieta para que el gasto energético que supone hacer deporte no supere tu ingesta de calorías diarias.
Las claves para hacer ejercicio y no adelgazar
Es importante tener claro que el músculo pesa más que la grasa. Adelgazar está muy bien si tienes grasas acumuladas y quieres eliminarlas, pero si no las hay, esa bajada de peso puede ser a costa de tu musculatura. Estar delgado no significa tener que renunciar a los beneficios que reporta la actividad física. Si quieres entrenar sin perder peso, algunos consejos a tener en cuenta son:
- Ejercicios complejos. Independientemente del deporte que practiques y prestando siempre atención a las recomendaciones de tu entrenador personal, incluye en tu entrenamiento ejercicios en los que intervengan los distintos grupos musculares: tronco, extremidades superiores y piernas. Es la mejor manera de lograr un desarrollo armónico de todo tu cuerpo y de “repartir” el desgaste físico que supone el ejercicio.
- Sesiones cortas. Es muy importante controlar los tiempos si quieres hacer deporte y no eliminar kilos. Hay que recordar que en los primeros 30 – 40 minutos de ejercicio, especialmente en el caso de actividades aeróbicas, tu organismo obtiene la energía que necesita de los carbohidratos que puedas haber ingerido. Solo transcurrido este tiempo, comenzará a quemar grasas y el ejercicio producirá la, generalmente anhelada, pérdida de peso. La conclusión es evidente, si quieres hacer deporte y no adelgazar, entrena en sesiones de menos tiempo de duración para no dar oportunidad a que tu organismo recurra a sus reservas.
- No entrenes con intervalos de alta intensidad. Este tipo de entrenamientos, que exigen un gran esfuerzo de potencia y/o velocidad en un corto periodo de tiempo, hacen que el organismo continúe quemando calorías durante el proceso de recuperación. Aceleran el metabolismo y el gasto de las reservas grasas prosigue durante las horas posteriores una vez finalizado el ejercicio. Si no quieres adelgazar, ¡evita los intervalos!
- Las mancuernas, buenas aliadas. Para hacer ejercicio sin perder peso, entrenar con unas mancuernas de carga mínima (1 kg-1,5 kg) y siempre realizando un número moderado de repeticiones (6-8) puede ser una buena ayuda para mantener tus músculos tonificados, contribuyendo así a mantenerte en tu peso.
¿Qué comer para hacer ejercicio sin perder kilos?
La dieta siempre debe acompañar al deporte que realices y al tipo de entrenamiento que lleves a cabo. Si no quieres adelgazar con el ejercicio, busca el equilibrio entre la ingesta de alimentos y tu gasto energético.
En este caso, es importante que no te falten carbohidratos a la hora de hacer tu actividad física. Los de lenta absorción deben formar parte de tu menú diario (pasta, arroz, cereales en el desayuno, patatas un par de veces por semana, legumbres…) Además, ingerir energía extra, con alimentos de alto índice glucémico antes de entrenar, te vendrá muy bien para evitar que tu organismo tire de reservas y haga que adelgaces. Un zumo de frutas (azúcares de rápida absorción), por ejemplo, puede ser una excelente posibilidad.
Por último, si quieres hacer ejercicio y no perder peso, es importante realizar cinco comidas (o seis) al día, en cantidades moderadas, pero sin saltarte ninguna para tener siempre energía de sobra. Consulta cualquier duda con tu nutricionista o médico habitual.
