Pocos hábitos hay más saludables que hacer deporte. La actividad física aporta múltiples beneficios, pero cuando exigimos a nuestro cuerpo más de lo que puede dar, el exceso de ejercicio puede resultar contraproducente. Descubre los peligros del sobreentrenamiento, y ¡evítalo!
A veces el afán de superación o el deseo de alcanzar los objetivos que nos hemos propuesto lo antes posible, puede hacer que entrenemos sin descanso y sin dar a nuestro organismo el tiempo necesario de recuperación. Los riesgos del sobreentrenamiento existen y afectan a la salud física e incluso psíquica de muy diversas maneras.
¿Cuáles son los peligros de entrenar en exceso?
Desde una lesión, más o menos grave, hasta acabar padeciendo alteraciones del sueño… No siempre entrenar más días, más horas y con más intensidad es lo aconsejable para un deportista. En realidad, los expertos aseguran que el sobreentrenamiento merma el propio rendimiento y hace que tu trabajo y esfuerzo en el gym, corriendo o en bici, resulte inútil e incluso perjudicial. Si crees que tal vez estés haciendo demasiado ejercicio, fíjate en los riesgos que esconde el sobreentrenamiento:
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1. Lesiones en músculos y articulaciones
Los movimientos repetitivos, unidos al impacto que implica la práctica de deportes como por ejemplo el running, la natación o el tenis, pueden acabar repercutiendo de manera negativa en tendones y ligamentos. También los músculos, sometidos a la tensión de contracciones y estiramientos constantes, pueden sufrir lesiones de índole diversa. Agarrotamiento, contracturas, calambres o algo peor como un desgarro o una rotura de fibras… Cuando el cuerpo no puede más, las malas consecuencias del sobreentrenamiento son imprevisibles y pueden hacer que, al final, no puedas entrenar en una buena temporada.
2. Pérdida de masa muscular
Trabajar fuerza a diario, siempre los mismos grupos musculares y a máximo nivel, puede provocar justo el efecto contrario al que buscas. Si quieres ganar volumen y potencia en bíceps, tríceps, deltoides… el sobreentrenamiento es un riesgo que debes evitar. Tus músculos crecen cuando descansan, no cuando trabajan. Si no dejas que se recuperen, entrarás en fase catabólica, es decir, sin darte, cuenta estarás destruyendo esa masa muscular que tanto cuesta desarrollar.
3. Fatiga y agotamiento
Lo saben perfectamente los deportistas de élite que siguen una rigurosa planificación del entrenamiento semanal a la hora de ejercitarse. Uno de los peligros de sobreentrenar es acabar absolutamente exhaustos, con un agotamiento severo que va a requerir un tiempo más o menos importante de recuperación de un entrenamiento intenso. Fatiga y mareos pueden ser un aviso de que estás sobreentrenando.
4. Disfunciones hormonales
Son poco frecuentes en adultos pero no en adolescentes (especialmente mujeres) que se inician en un determinado deporte y entrenan tal vez con demasiado ímpetu para alcanzar pronto sus metas. Hacer ejercicio a un ritmo excesivamente elevado pueda acabar afectando al desarrollo y crecimiento saludable.
5. Problemas psicológicos
Entrenar casi como una obsesión, no solo supone un intenso desgaste físico, sino también emocional. El estrés y la tensión por intentar mejorar, cueste lo que cueste, puede desembocar en problemas como trastornos alimenticios, insomnio tras el entrenamiento, falta de concentración o motivación, nerviosismo, irritabilidad… Sin duda, efectos negativos del sobreentrenamiento que ningún deportista quiere.
Consejos para evitar el sobreentrenamiento
Si crees que tal vez entrenas demasiado y sospechas que tu cuerpo te está dando señales de que conviene bajar el ritmo, pon en práctica algunas sencillas medidas para evitar consecuencias graves del sobreentrenameinto no deseables:
- Revisa tu plan de entrenamiento, disminuyendo el tiempo que dedicas a la actividad física. Ponte por norma no entrenar dos días seguidos. Contar con el asesoramiento de un entrenador te vendrá muy bien.
- Cambia tus rutinas. Si quieres mantenerte activa, prueba a practicar otros deportes alternativos al que realizas habitualmente y hazlo a intensidad de “principiante”.
- Duerme ocho horas. El sueño es la mejor manera de ofrecer a tu cuerpo el descanso que necesita.
- Vigila especialmente tu dieta y confirma que ingieres todos los nutrientes que requiere un deportista.
- Ante cualquier síntoma anómalo: dolores musculares o articulares persistentes, cansancio crónico, falta de apetito, alteraciones del ritmo cardiaco… Por supuesto, deja el deporte temporalmente y acude al médico por si las consecuencias del sobreentrenamiento son más graves de lo que creías.
