El masaje ayurvédico busca llegar a la fibra más íntima del paciente, explorando su propia interioridad. Tiene como objetivo aliviar dolencias y padecimientos, tanto a nivel del alma como del cuerpo.
Este masaje es una técnica milenaria practicada en la india. Como complementos terapéuticos, los especialistas utilizan aceites y esencias naturales, según las necesidades de cada paciente.
Sus propiedades terapéuticas actúan, principalmente, en los órganos, sistemas y aparatos por medio del torrente sanguíneo. El amasado, la fricción y la elongación, que se producen durante los masajes, remueven las toxinas, desbloqueando las energías estancadas y estimulando una sensación de armonía y paz.
El masaje ayurvédico aumenta la circulación sanguínea y linfática, contribuyendo a eliminar las toxinas. Asimismo, habrá una mayor producción de anticuerpos en el paciente, reforzando su sistema inmunológico.
Como todo masaje, oxigena y favorece la renovación celular. Otros beneficios son combatir el cansancio, la fatiga y el incremento del flujo vital.