El ambiente es un factor realmente importante en la práctica de toda disciplina deportiva y en el caso del método pilates no tendría que ser diferente. La atmósfera ideal para el logro total de sus beneficios requerirá de ciertas características.
Para empezar la rutina de ejercicios el ORDEN es uno de los elementos esenciales para mantener la armonía en la habitación. Todos los objetos empleados en la práctica deben volver a su lugar cuando termines la sesión: muelles, correas, cintas elásticas, pelotas.
Normalmente los ejercicios se realizan con un fondo musical que los acompañe, sin embargo en el caso de pilates donde la concentración es lo primordial, la MUSICA debe ser excluida de las sesiones o colocar sonidos ambientales.
Cuando acudas a tu primera clase notarás que se presta peculiar atención a la LUZ DE LA SALA. Lo recomendable es tener la natural pero si aquello no es posible se necesita de la luz artificial indirecta para no dificultar la visión;,y evitar irnos a los extremos colocándola muy tenue.
La TEMPERATURA ha de mantenerse en un nivel promedio (20- 22 º C). Si hace mucho calor dificulta el desarrollo de los ejercicios y al descender demasiado los músculos se tensan, lo que hace improbable un buen resultado.
Terminada cada sesión las colchonetas u otro material empleado en los ejercicios necesitan quedar tan limpios como se encontraron. La LIMPIEZA con sprays o aromatizadores sirve para retirar los restos de sudor del anterior practicante. Esto en el área donde se realizan los ejercicios; en los alrededores la habitación debe permanecer igual de higiénica.
