Estos ejercicios, se caracterizan por realizarse de pie, con los brazos extendidos, las piernas ligeramente separadas y la cabeza bien recta. Antes de iniciar el movimiento se debe ensanchar el tórax y arquear ligeramente la espalda.
El movimiento consiste en inspirar y flexionar las piernas, hasta que los muslos alcancen la posición horizontal. A continuación, se efectúa una extensión de piernas enderezando el tronco para recuperar la posición inicial, espirando al final de la acción.
Este ejercicio trabaja principalmente los cuádriceps y los glúteos. Es importante controlar el descenso y realizar el movimiento sin intervalos. En todos los casos, la espalda debe permanecer bien recta y los talones pegados al suelo.
Al ser un trabajo físico sin carga adicional, es recomendable realizar series largas que pueden comprender de 15 a 20 repeticiones. La constancia de este ejercicio te ayudará a lograr unas piernas de impacto, así como mejorar a la circulación sanguínea.