¿Sabías que las personas que hacen un ejercicio más intenso tienen un riesgo entre un 9% y un 13% menor de mortalidad prematura que los que sólo realizan ejercicio moderado? Así lo afirma un artículo publicado en la revista JAMA Internal Medicine que recoge los resultados del estudio de un grupo de científicos sobre la repercusión y el beneficio del ejercicio duro o moderado en la salud de las personas.
Esta investigación se basó en seguir a 204.542 personas de entre 45 y 75 años durante más de seis años, divididas en dos grupos: por un lado, aquellas personas que tenían una actividad moderada, como por ejemplo, realizar tareas domésticas o nadar sin demasiado esfuerzo; por otro, las personas que realizaban ejercicios más intensos, como correr o jugar al tenis. Con ello, observaron que, pese a que una pequeña cantidad de actividad vigorosa ya reducía el riesgo de mortalidad, este beneficio crecía exponencialmente cuando se superaba el umbral de los 30 minutos de ejercicio semanales.
Los resultados de la investigación indican que fomentar y practicar ejercicio intenso pueden ayudar a evitar muertes prevenibles a una edad más temprana. Pero atención: aunque los datos indiquen que el ejercicio intenso es más beneficioso que el suave, esto no quiere decir que más sea siempre mejor. Tendremos que adaptar la actividad a nuestras necesidades y nuestra condición física para obtener el máximo beneficio del entrenamiento.
No olvides consultar con un profesional o un entrenador antes de iniciarte en cualquier actividad deportiva. Es importante que plantees primero los objetivos de tu entrenamiento (mejorar la resistencia, aumentar la fuerza, hacer musculación, etc.) y pregunta si necesitas seguir un programa de ejercicios determinado y la intensidad y duración de cada sesión.
