Ya sea por falta de ejercicios, predisposición genética u otros inconvenientes, las articulaciones suelen ser motivo de malestar para algunas personas.
A nivel nutricional, una dieta para las articulaciones debe estar compuesta por alimentos naturales o que han pasado por un grado mínimo de procesamiento, como en el caso de los alimentos orgánicos. Por el contrario, el azúcar, el alcohol, el café y los alimentos que poseen un alto índice de proteínas se encuentran contraindicados.
Asimismo, existen algunos mitos con respecto al contenido de las dietas para las articulaciones. El más común es con respecto a los lácteos, los cuales no suelen ser tan efectivos para fortalecer los huesos y las articulaciones, como se piensa.
Por tal motivo, si vas a empezar un régimen alimenticio pensado en el cuidado de tus articulaciones, no es necesario que incluyas en él demasiados lácteos; concéntrate más en las verduras de hojas verdes, frutas, hortalizas no ácidas y bicarbonatos.
Adicionalmente, van a ser importantes los aportes del Omega 3 y el Omega 6 para disminuir la inflamación articular.
