Los entrenadores coinciden en que lo mejor para el corredor aficionado es desayunar antes de salir a correr, para contar con el nivel de energías necesario que la actividad requiere. Es aconsejable que el desayuno se tome entre una a dos horas antes de empezar a correr. En el caso de atletas profesionales que estén siguiendo algún programa de entrenamiento para aumentar la masa muscular o quemar calorías en tiempo record, es posible que sus entrenadores les recomienden correr en ayunas. Esto no es recomendable para ningún corredor aficionado.