Una piel bronceada merece especial atención si quieres que permanezca joven, tersa y radiante. Las horas de sol pueden causar grandes estragos en tu piel si no le prestas los cuidados necesarios. Así que, si estás en plena operación bikini, el cuidado de la piel debe ser una de tus prioridades.
Consejos para el cuidado de la piel en verano
El primer paso para evitar el envejecimiento y las quemaduras de la piel es el uso de protección solar, mínimo factor 15 para el cuerpo y 25 para la cara. La exposición al sol prolongada sin ningún tipo de protección puede provocarnos quemaduras graves e, incluso, un futuro cáncer de piel. Recuerda que se recomienda aplicar la crema protectora media hora antes de tomar el sol.
A pesar de usar protección, trata de evitar tomar el sol entre las 12h y las 16h, cuando los rayos ultravioleta son más intensos y pueden causar más daño. Se recomienda, además, usar gorro y gafas de sol.
Si acabas de empezar a ir a la playa, hazlo poco a poco. Empieza por exponerte al sol durante 10 minutos, aumentado el tiempo a medida que te vayas bronceando. No te dejes engañar por los días nublados, los rayos ultravioleta siguen pasando a través de las nubes.
No sólo el sol puede estropear la piel, el cloro de la piscina también. Date una ducha después de tomar el sol o bañarte en la piscina e hidrata la piel con una crema hidratante o after sun.
Por último, no olvides que seguir una dieta saludable y beber mucha agua también es muy importante a la hora de hidratar bien la piel.
