Los aparatos de fitness han revolucionado la manera de hacer ejercicios. Gracias a ellos podemos llevar un control de nuestro entrenamiento, en aspectos de vital importancia. Estos aparatos ayudan a medir el tiempo de actividad neta, la distancia en los ejercicios de velocidad, el pulso (frecuencia cardiaca), la energía gastada y el oxígeno consumido durante la rutina de trabajo. Aunque estas funciones son fáciles de entender, no son pocas las personas que se entrenan haciendo caso omiso de ellas, desaprovechando sus múltiples beneficios.
