Cuando hablamos de bebidas adecuadas para deportistas, sin duda, el alcohol no se encuentra entre ellas. Se trata de un líquido muy tóxico para el organismo de las personas que puede resultar perjudicial incluso si se consume en pequeñas dosis. Los riesgos se acentúan en el caso de personas que padecen determinados tipos de patologías y, cómo no, también en los deportistas. Por eso, si sueles seguir un entrenamiento específico cada semana o bien deseas competir al máximo nivel, lo mejor es que conozcas los riesgos del alcohol en la recuperación y el rendimiento deportivo, tal y como te explicamos a continuación.
Influencia del alcohol en la recuperación muscular
Si estás pensando en hacer ejercicio después de una lesión, o bien, te encuentras lesionado en la actualidad, es muy importante que prestes atención a tu dieta y, por supuesto, reduzcas el consumo de bebidas alcohólicas. Siguiendo siempre las indicaciones de tu médico o nutricionista, lo ideal es que un deportista se decante más por el agua o los zumos naturales al finalizar una sesión de entrenamiento, y no tanto por los refrescos o las cervezas como muchos proponen como recompensa a su esfuerzo.
La razón de por qué debes moderar el consumo de alcohol si eres deportista es bien sencilla. El consumo de este tipo de bebidas influye de manera negativa en la recarga de los niveles de glucógeno, de manera que al tomar alcohol se ingieren muchos menos hidratos de carbono. Y los carbohidratos son precisamente los nutrientes necesarios para reponer energías después de realizar cualquier tipo de actividad física. Asimismo, las fibras musculares también precisan de una reparación específica después del esfuerzo. Por ello, y aunque consumas una importante cantidad de proteínas, debes saber que el alcohol se interpone en este proceso anabólico, haciendo que sea mucho más difícil recuperarse después de un entrenamiento intenso y que, en otras palabras, tu rendimiento deportivo se vea alterado.
Dos estudios publicados recientemente en el European Journal of Applied Physiology apuntan que la ingesta superior a 1gr de alcohol por kilo de peso corporal afectan directamente a la recuperación del entrenamiento. Incluso llegando a duplicarlo.
Por si fuera poco, el alcohol también interfiere en la calidad del sueño. Aumenta las probabilidades de padecer insomnio tras el entrenamiento e impide al cuerpo descansar adecuadamente. Aunque no lo aprecies en un primer momento, las bebidas alcohólicas impiden dormir con normalidad y afecta a los procesos de recuperación al finalizar los entrenamientos.
¿Por qué un deportista debe moderar el consumo de alcohol?
Con la llegada del fin de semana, muchos deportistas aprovechan para tomarse una copa de vino o unas cervezas con su grupo de amigos. No obstante, tomar cantidades muy elevadas de alcohol hace que a lo largo de la semana el proceso de recuperación muscular se alargue y nuestro cuerpo se resienta. Además, el alcohol está considerado un potente diurético, por lo que contribuye a que se pierdan líquido y se acentúe la deshidratación.
Además, después de una noche de excesos, las capacidades físicas quedan mermadas y pueden verse afectados el equilibro, la fuerza o la coordinación. En consecuencia, te costará mucho más de lo normal entrenar al día siguiente de consumir alcohol y tu cuerpo no podrá responder con la misma rapidez y precisión. Por ello, debes considerar que los problemas y los riesgos que genera el consumo excesivo de alcohol se multiplican conforme se aumenta la cantidad que se consume, tanto antes como después de un entrenamiento semanal. El daño se incrementa.
En conclusión, debes evitar el consumo de alcohol en la medida de lo posible o, al menos, consumirlo con mucha moderación. De esta manera, evitarás que tu rendimiento deportivo se vea afectado y podrás conseguir los objetivos que te propongas cuando menos lo esperes. Apuesta por el agua y los zumos naturales al finalizar tu sesión preparatoria, y consulta los mejores relajantes naturales para recuperar después de entrenar. Escucha a tu cuerpo y dale lo mejor que se merece: una buena alimentación, sana y equilibrada.