Características de la magnetoterapia



Aplicación directa sobre el cuerpo

Aplicación directa sobre el cuerpo

El imán a utilizar durante la magnetoterapia, se coloca por el polo correspondiente sobre la zona afectada. Es preferible que el imán pueda estar en contacto directo con la piel, lo cual permitirá sentir sus efectos en un menor tiempo.

La duración de la terapia, varía según el caso de cada paciente. Generalmente, se estiman dos o tres aplicaciones diarias, divididas en series de quince a cuarenta minutos.

Para tratamientos contra dolores musculares, cada sesión de magnetoterapia se aplica dos veces al día, por espacio de diez minutos, cada una. La artrosis también puede ser combatida, colocando el imán sobre la zona dolorida.

En el caso de quemaduras, no se recomienda su aplicación directa sobre la piel. El terapeuta deberá envolver el imán con una gasa esterilizada, durante el mayor tiempo posible, hasta que se haya logrado desinflamar la ampolla.

Más allá de sus beneficios, hay que tener presente a los grupos de riesgo para la práctica de la magnetoterapia. Este tratamiento no puede ser utilizado por mujeres embarazadas ni pacientes con marcapasos.

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