La comida nocturna siempre suele ser motivo de debate para las personas que desean mantener la figura. Ante las propuestas, algo extremistas y raramente eficaces, de no cenar absolutamente, se contrapone la dieta de la fruta nocturna.
Sus principales beneficios recaen en que son fáciles de digerir, ayudan a depurar al cuerpo de las toxinas, y brindan sensación de saciedad. Asimismo, a diferencia de las comidas grasosas o abundantes en calorías, la fruta nos permitirá asimilar mejor el sueño y despertar con más energías.
Lo ideal será combinar distintas frutas, como la naranja, el plátano, la mandarina o las peras, en ensaladas a las que opcionalmente se les puede añadir yogurt. De igual manera, los jugos, en especial los cítricos, son una buena opción para consumir la fruta por las noches.
Es recomendable desde todo punto de vista, que este método dietético sea complementado con ejercicios físicos, así como evitar comer desmedidamente por las mañanas, a manera de compensación.
